Es corriente el cuestionamiento ecológico de los vehículos eléctricos vs. los de explosión debido a la gran demanda de minerales que requieren, en especial – aunque no solamente - debido a sus baterías. Bajo el piso de uno de esos vehículos eléctricos hay una batería de 450 kg compuesta de minerales como el litio, el cobalto, manganeso, cobre, nickel, aluminio, manganeso, grafito, etc. Extraer del suelo esos minerales no es gratis ni monetaria ni ecológicamente, además del serio cuestionamiento a otros aspectos sociales y ambientales a la industria de la minería. Dice el MIT que un vehículo eléctrico requiere seis veces más minerales que un vehículo convencional. Y, para colmo, se calcula que en una década las ventas de esos vehículos superará la de vehículos convencionales. Pero la International Energy Agency (de la OCDE) estimó que en el 2020 los vehículos eléctricos y otras instalaciones de energía limpia demandaron 7 millones de toneladas de minerales, la mitad de ellos para baterí

“ Los 28 países más pobres del mundo enfrentan crecientes problemas sociales, económicos y políticos debido a las crecientes deudas, la disminución de las perspectivas de desarrollo y una subinversión crónica, mientras los países más ricos eligen el camino exactamente opuesto, disminuyendo su ayuda y asistencia ”. La realidad es que la suerte de los países de menores ingresos importa poco o nada al mundo desarrollado. El producto bruto combinado de esos países son solo “una gota insignificante en el océano de la economía mundial”, pero en ellos viven 700 millones de personas, la mitad por debajo de la línea de pobreza extrema. Sin embargo, es un hecho conocido desde hace siglos que sus gobiernos gastan la mitad de sus recursos en fines bélicos mientras los presupuestos en ayuda a los más necesitados de entre sus poblaciones es insignificante. Los indicadores de desarrollo humano son la mitad de lo que eran en el año 2000. “Por ejemplo, la mortalidad maternal es un 25% más alta, el acce

Cerca del 90 % de las plantas con flores del mundo dependen de la polinización animal para reproducirse. Un estudio publicado en la revista Nature asegura que la labor de los polinizadores está amenazada por las altas temperaturas y el aumento de fenómenos climáticos extremos. Este es particularmente el caso de los abejorros, especialmente las especies de abejorros árticos, alpinos o de otros orígenes, que son especialmente sensibles a las altas temperaturas del cambio climático, como olas de calor, sequías y otros fenómenos climáticos extremos. Esto sin minimizar la gravedad del conocido efecto deletéreo de poblaciones de polinizadores por el uso excesivo de herbicidas, fungicidas e insecticidas. El mencionado estudio sugiere que alrededor del 38 % al 76 % de las especies de abejorros europeos consideradas actualmente como no amenazadas verán su territorio reducirse en al menos un 30 %, de 2061 a 2080. Pero en los ecosistemas naturales el problema es que algunas plantas con flores so