AGRICULTURA ORGÁNICA Y SUSTENTABILIDAD
AGRICULTURA ORGÁNICA: DEBERÍA
SER MÁS O MENOS ESTRICTA? (ENGLISH VERSION BELOW: ORGANIC AGRICULTURE: SHOULD IT BE LESS OR MORE STRICT?)
A pesar de que la agricultura orgánica tiene un
gran potencial de llegar a ser la ruta estratégica de la agricultura
sustentable, el movimiento orgánico reconoce que se necesitan nuevas
estrategias para lograr un mayor alcance e impacto.
Un enriquecedor análisis del enfoque estratégico de la
agricultura orgánica (*) puntualiza que de dirigirse solo a los participantes
del movimiento orgánico, las actividades y elecciones estratégicas serán de carácter
centrifugo, es decir dirigidos hacia el
interior del grupo, dejando fuera a individuos y organizaciones exteriores
al Mundo Orgánico que, sin embargo, muy bien podrían apoyarlo. Al hacerlo así ignora
la posibilidad de trabajar con partes interesadas que comparten el objetivo pero que no pertenecen al
movimiento, y el potencial de estimulación de cambios que alcancen a un espectro
mayor de la sociedad.
El artículo
dice que es verdad que en un primer momento existía la necesidad de defender
los principios orgánicos básicos contra los paradigmas de la agricultura
convencional. Esta percepción de “pelear contra el pernicioso mundo externo”,
sin embargo, puede a veces resultar en la necesidad perentoria de mantener la
pureza interna y defenderse del mundo exterior más que en colaborar con otros
que comparten algunos de sus mismos objetivos.
Pero dado a
que hay un consenso universal de que la clave de la agricultura es la sustentabilidad hay menos necesidad de luchar contra “las
fuerzas del mal” (multinacionales
buscadoras de utilidades o gobiernos ignorantes) y crece la importancia
de juntar esfuerzos con partes interesadas de afuera del movimiento orgánico
que trabajan para hacer realidad cambios sistémicos.
Desde luego,
algunos miembros podrán sentirse alienados por hacer nuevas alianzas con partes
interesadas que no son puramente orgánicas. Pero al mismo tiempo debemos
reconocer que manteniéndonos encerrados en nosotros mismos tampoco hemos
avanzado mucho hacia el objetivo de que los principios orgánicos hayan sido más
ampliamente adoptados. La realidad es que la agricultura orgánica es todavía un
nicho de mercado de menos del 1% y
está perdiendo terreno ante otras iniciativas de sustentabilidad que se las arreglan mejor para promover el
crecimiento de métodos de agricultura
sustentable.
No se trata
de debilitar los estándares orgánicos (algo que sin dudas las multinacionales
festejarían). Sino que el injustificado celo por la estrictez de normas rígidas
y el pretender que todo el resto no es orgánico, fácilmente conduce a ignorar que
el principal valor de la agricultura orgánica para el globo y la humanidad es la
sustentabilidad y no valores empíricos
de estándares numéricos con mayor o menor fundamento científico pero que al fin
de cuentas para ajustarse a la realidad
deberían ser reconsiderados en cada caso particular.
Lamentablemente el mundo parece estar dirigiéndose no
en el sentido de la inclusión, la armonización y la equivalencia, sino en el
cumplimiento estricto de estándares numéricos no necesariamente relacionados
con la promoción de los factores esenciales de la sustentabilidad que tiendan a mitigar las amenazas globales
respecto del uso de los recursos, la biodiversidad, la seguridad alimentaria,
la reducción de la pobreza en las áreas rurales y el cambio climático.
(*) Memo: Strategic Analysis of IFOAM, por Frank Eyhorn, IFOAM Board
Member, May 7, 2014, Critical reflection of current
strategy with regard to “Organic 3.0” https://www.dropbox.com/sh/rzruqnh0f4h5py6/AABM21OVtrgIXJ4SJnQhYIGpa/Inputs%20to%20IFOAM%20Strategy/Memo%20IFOAM%20strategic%20performance_Eyhorn.docx?dl=0
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ORGANIC
AGRICULTURE: SHOULD IT BE LESS OR MORE STRICT?
Although
Organic agriculture has great development potential
as being THE strategic pathway to sustainable agriculture, the organic movement recognizes
that new strategies are needed to achieve more outreach and impact.
A very
enlightening analysis of the strategic focusing of organic agriculture (**)
points out that by solely addressing the affiliates of the organic movement the
mission would focuse on centrifugal activities and strategic choices towards
the inside, leaving aside individuals and organizations
from outside of the “Organic World” that could very well support it. In doing
so, it is neglecting the potential of
working with stakeholders who share the goal but are not part of the organic
movement, and the potential of stimulating change in the wider society.
The article says that it is true that at the beginning there was a need to
defend main organic values against the dominant paradigms of conventional
agriculture. This perception of “fighting against the bad world outside”,
however, may sometimes result in rhe need for maintaining purity inside and
defend itself towards the outside, rather than on collaborating with others who
share some of the goals.
But there is an increasing universal consensus that sustainability in
agriculture is key, and therefore there is less need to fight against “evil
forces” (profit driven multinationals or ignorant governments) but more of a need to join forces with
stakeholders outside the
organic movement who
are working towards
making systemic changes happen.
Of course, certain members may feel alienated that new alliances are formed
with stakeholders that are not purely organic. But at the same time we must
recognize that just keeping to ourselves we haven’t advanced much on the
overall goal that organic agriculture principles be adapted more widely.
Organic agriculture is still a niche of less than 1%, and it is losing ground
to other sustainability initiatives that manage better to translate the
increasing support for more sustainable ways of agriculture into growth.
No one is proposing to soften the organic standards (much as multinationals
wouled like). But on the other hand, the
mostly unjustified jealousy for each country’s or each organization’s standards
pretending anything else is not organic, easily leads to neglect that the main benefit
of organic agriculture for the globe and humanity is sustainability not empirical
numbers with more or less scientific bases, numbers that, after all, should be adjusted
to reality in each particular case.
Unfortunately, the world seems to be going not in the direction of working
for harmonization and equivalency, but of compliance with specific numerical
standards irrespective of promoting sustainability’s core factors edeling with global
challenges regarding resource use, biodiversity, food security, poverty
reduction in rural areas and climate change.
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