CONFLICTO INDUSTRIA-CONSERVACIÓN

INDUSTRIA Y CONSERVACIÓN (English version below: INDUSTRY AND CONSERVATION)
Es notorio el conflicto de intereses entre industrialización y conservación. Pero no debiera ser así si los bienes ambientales se valorizaran y se incluyeran en la hoja contable.


Un reciente artículo en SciDev.Net. (1) aconseja que los sectores de la ciencia y la industria deben juntarse para cooperar en la protección del medio ambiente y salvar a las especies amenazadas. Y añade que esta relación puede evitar los conflictos  que inevitablemente se suscitan.
La creación de esos paneles habrían resultado en la mejora de los hábitats por parte de los gigantes de la industria petrolera en Nigeria y Rusia, según lo expresado por los representantes de la IUCN (International Union for the Conservation of Nature) en la  Cumbre de la Conservación Mundial (World Conservation Summit). Se dice que los enfoques de la ciencia en esos paneles habrían bajado la presión de los conflictos potenciales entre la industria y los activistas “aportando consejos transparentes e independientes”.  
Sin embargo, esta situación idílica no evita, por muy encomiable que sea, que los principios de ambas partes sigan colisionando bajo la superficie aparentemente calma. El principio del funcionamiento de las corporaciones es la obtención de los mayores beneficios monetarios posibles, mientras que la razón de ser de los conservacionistas es el evitar a toda costa el deterioro del ambiente.
Sin embargo, este enfrentamiento en principio inevitable no tendría razón de ser si se aceptara valorizar los servicios aparentemente gratuitos de la Naturaleza y se los incluyera en la hoja de balance de la actividad productiva. Porque el costo de usar esos servicios no es ciertamente cero como se intenta hacer creer. Los perjuicios ya evidentes del cambio climático, por ejemplo, por el uso y abuso de los recursos naturales son muy costosos, y en términos de costo éste debería ser erogado y contabilizado cuando se determina el precio del producto o servicio. Si esos costos salieran del bolsillo de la industria como debería ser, la discusión entre las partes sería mucho menos álgida, o idealmente inexistente. (Jorge Casale, Editor del www.allorganics21.blogspot.com)

--------------------------------------

INDUSTRY AND CONSERVATION
The conflict of interests between industrialization and conservation is notorious. But it should not be so if the environmental resources were given a monetary cost and were included in the balance sheet.
A recent article in SciDev.Net. (1) advices that science and industry should cooperrate in the protection of the environment saving endangered species. And they say that such a good relationship could help diffusing conflicts that inevitably occur.
The creation of such panels is said to hace improved habitats by oil industry giants in Nigeria and Russia, as said by the representatives of IUCN (International Union for the Conservation of Nature) in the World Conservation Summit. It is said that science viewpoints have diffused potential conflicts between industry and activists “providing transparent and independant advice”.  
Nevertheless, this idilic situation, very much praiseworthy as it is, does not avoid collision between the principles of both sides under the apparently calm surface. Corporations’ driving force is to obtain maximum monetary benefits, while the reason for being of the conservationists is to avoid at all costs any damage to the environment.
Nevertheless, this face-off inevitable as it may appear to be should not have a reason for being if the deceivingly “free” services of Nature be monetarily assessed and included in the balance sheet of the productive activity. Because the cost of utilizing those services is by no means zero as we are induced to believe. The already clearly evident prejudices of climate change, for example, due to the use and abuse of natural resources are very expensive and, in terms of costs, these should be paid and included in the balance sheet when the price of the products or the services are calculated. If those costs would be paid out of the corporations’ pockets as it should be, the discussions between both parties would be a lot less acrid, or even non existent. (Jorge Casale, Editor of www.allorganics21.blogspot.com)


Comentarios