PESTICIDAS, INDUSTRIA ALIMENTARIA DE EEUU, BOCHADA
Es sabido que la exposición prolongada a los pesticidas está
relacionada con enfermedades como el cáncer, el asma, la ansiedad, Parkinson,
depresión, déficit de atención y desórdenes de hiperactividad, así como
defectos de nacimiento, bajo peso de las criaturas y muerte fetal.
El estudio de AYS calificó sobre 27 criterios clave en la
reducción del riesgo de los pesticidas en los alimentos procesados, como la
transparencia en el uso de los pesticidas, la identificación y reducción de
pesticidas de alto riesgo y el requisito de que los productores primarios lleven
a cabo estimación de riesgo de pesticidas en algunos alimentos específicos.
Es interesante notar que las ediciones previas del estudio
que habían mostrado una leve mejora en las políticas sobre pesticidas de las
industrias, volvieron a mostrar una caída en su última edición. Ninguna de las
empresas estudiadas exige a sus proveedores estándares de uso de
neonicotinoides, familia de pesticidas fuertemente sospechados de provocar
problemas sanitarios y de ser responsables de la fuerte reducción del número de
colmenas de abejas en el mundo, además de otros insectos polinizadores. Esas
empresas alimenticias tampoco exigen pruebas de sus proveedores de que prioricen
la salud y seguridad de los agricultores y sus empleados que se ven expuestos a
esos productos químicos tóxicos en sus producciones primarias de alimentos.
El artículo recomienda que la producción primaria de los
alimentos adopte las tecnologías de la agricultura regenerativa que, además de
producir alimentos sanos, apunta a la conservación de los suelos y a la
sustentabilidad de las producciones.
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