“GOTERAS” Y “PALANGANAS”
Si el techo gotea cuando llueve y recogemos el agua en una palangana, qué es más importante, buscar más palanganas o reparar la gotera? Porque alguna vez se nos van a acabar las palanganas y si la gotera continúa vamos a tener una inundación.
Algo similar ocurre en política climática con el “Fondo de
Pérdidas y Reparaciones de las NU” (“UN
Loss and Damage” Fund). Después de discutir acérrimamente en las reuniones
internacionales sobre clima, por fin en la COP28 de Dubai, 200 naciones
acordaron por primera vez prometer aportes para crear un fondo de pérdidas y
reparaciones por U$S 725 millones para que los países más afectados con
desastres climáticos construyan o reparen sus defensas para minimizar tales
desastres.
Esa declaración fue recibida con gran entusiasmo por el
mundo y, en especial, por los países que, además de pobres, están expuestos a
desastres climáticos.
Sin embargo, y lamentablemente, promesas son promesas que,
aún si se cumplen en tiempo y forma, no son sino una pequeñísima “palangana”
para una gotera que realísticamente requeriría un mega “sumidero”. Porque las causas
climáticas que son el desastre de muchas pequeñas naciones no están siendo controladas
ni remotamente en la medida de lo imprescindible. Los países más ricos que
retacean los fondos loss and damage son
los que han venido creando y alimentando los desequilibrios del clima causando devastaciones
en los países - generalmente de menores recursos, que tienen que defenderse de consecuencias
climáticas que ellos no generaron. Y, para colmo, los fondos son tan escasos y
las consecuencias climáticas tan devastadoras que los receptores de los mismos
se ven urgidos a invertirlos en lo urgente antes que en lo importante y de largo
plazo. Para cuando ocurra el próximo incidente climático el dinero se habrá
volatilizado en “parches” en lugar de infraestructuras. Pero los países
donantes habrán “comprado” sus conciencias con aportes que no son más que “limosnas”.
Para colmo, las promesas para el Fondo de “Pérdidas y
Reparaciones” son solo eso: promesas de cumplimiento voluntario. Tan “voluntario”
como la promesa de los U$S 100.000 millones anuales de los países desarrollados,
tan alardeada en la COP15 y que nunca se concretaron completamente. Los países
ricos siguen consumiendo libremente, fomentando la producción de combustibles
fósiles y produciendo cantidades de gases invernadero que empujan al mundo a un
posible desastre climático.
Fuente: “Is tackling “loss and damage” as
urgent as drawing down carbon?”, By Mark Harris, Dic.21,
2023, Anthropocene Magazine,
Fixing Carbon.
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