CHILE, LEY DE PROTECCIÓN DE LAS TURBERAS
La turba es una
capa de suelo orgánico proveniente de vegetales en descomposición en grandes
humedales, y sobre ella, una cubierta vegetal de musgo sphagnum magellanicum conocido localmente como pompón.
Las turberas
son ecosistemas
húmedos donde se acumulan grandes cantidades de materia
orgánica en descomposición en ambiente saturado de agua. Los bosques
capturan dióxido de carbono a través de la fotosíntesis y lo almacenan en la
biomasa de árboles y plantas, y las turberas tienen la capacidad de retenerlo
bajo el pompón, siendo uno de los ecosistemas más eficientes en la retención de
carbono. Su capacidad de almacenamiento puede llegar hasta 1.700 toneladas de
CO2 por hectárea. Los bosques y turberas de la Patagonia chilena contienen casi
el doble de carbono por hectárea que los bosques de la
Amazonia.
Pero las malas
prácticas en la extracción del pompón, comercializado como sustrato para
plantas, amenazan con la extinción de este gran reservorio de
carbono. En principio se prohibió la extracción del pompón, lo que provocó el
enfrentamiento entre ambientalistas, que proponen la prohibición total, y
extractores, que temen perder su trabajo.
Luego de
prolongadas negociaciones se llegó a un acuerdo respecto de la técnica de
extracción que requiere que no sólo se especifique la cantidad de musgo a
extraer, sino también cómo se lo hará, considerando las condiciones del entorno
y monitoreando el estado de esa turbera para asegurar que la misma se regenere.
Sin embargo, la
implementación de la reciente ley de protección de las turberas puede demorar
dos años o más. Por lo tanto, los
conflictos entre extractores y ecologistas continúan, y las turberas peligran por
la escasa conciencia ecologista y la poca vigilancia en la zona.
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