SMOG VS. EPA
LA PELEA POR LAS PARTES POR BILLÓN (English version below: The Fight for the Parts per Billion)
Las regulaciones de
la EPA están bajando los niveles de
ozono y smog en el aire a niveles razonables para la protección de la salud del
globo y sus habitantes, pero las corporaciones parecen creer que el ambiente es
una prebenda gratuita y que su conservación para beneficio propio y ajeno no
debe pagarse.
Hace un par de días,
SustainableBusiness.com News comentó acerca de la intensa oposición legal de
algunas industrias energéticas a las nuevas regulaciones sobre smog y ozono de
la EPA (Environmental Protection Agency, la agencia norteamericana de
protección ambiental) reduciendo la cantidad permisible de smog en el aire y
ozono en los alrededores de plantas industriales y usinas.
Una productora de
carbón y algunos políticos opositores están litigando judicialmente a la
Agencia puesto que, ellos insisten, ls regulaciones son “exorbitantemente
costosas y detractoras de empleos”
Según
el artículo el problema radica en que la EPA, luego
del período de consulta redujo la cantidad
permitida de smog de las 70-75 ppb (partes por billón), a 65 ppb, y que,
coincidiendo con lo requerido por grupos ambientales y de salud, estaría
dispuesta a reducirla a 60 ppb.
Según la Asociación Americana de los Pulmones, los niveles de 75
ppb pusieron en riesgo a 186 millones de norteamericanos. A 75 ppb, el
smog amenaza seriamente a las personas agravando el asma y las enfermedades
respiratorias, así como los ataques cardíacos. También dañan al ecosistema
reduciendo la capacidad de fotosíntesis de las plantas, retardando el
crecimiento de los árboles y reduciendo los rendimientos agrícolas.
El ozono a nivel del suelo es producido por
reacciones químicas entre el óxido de nitrógeno y los compuestos orgánicos
volátiles producidos por vehículos, industrias, usinas y plantas químicas y de
solventes, en presencia de la luz del sol.
Dice el artículo que las recientes regulaciones que afectan a la
industria carbonífera, esta hubiera aprovechado para limpiar su accionar
mientras gozaban de las excepciones otorgadas raíz de sus lobbies en el
gobierno, hoy no se necesitarían regulaciones.
Es increíble que las corporaciones no lleguen a comprender que
el aire y el agua son parte de los inestimables servicios que presta la
naturaleza y que su conservación tiene un costo que debería incluirse en los
pasivos del balance de esas empresas.
(1) EPA Crushed By Lawsuits, No Rule Loose Enough For
Polluters, SustainableBusiness.com News, Oct. 27, 2015.
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THE FIGHT FOR THE
PARTS PER BILLION
EPA’s regulations reduced the levels of ozone and smog in the air to
reasonable levels for the protection of the globe and its inhabitants. But
corporations seem to believe that the environment is a gift whose conservation
for their own good and others’ must not be paid.
A couple of days ago SustainableBusiness.com News (1) commented on the
legal opposition of energy corporations to EPA’s new regulations on smog and
ozone reducing the admissible levels around industries and electric plants.
One coal mining company and some politicians are litigating the Agency
because, they insist, those regulations are “exorbitantly expensive and
job-killing”.
According to the article the problem is that EPA,
after a period of consultation, reduced the permissible level of smog from
70-75 parts per billion (ppb) to 65 ppb and that, furthermore, coinciding with
the requirements of environmental and health groups it would be ready to reduce
it to 60 ppb.
According to the American Lung
Association, levels of 75 ppb exposed to risk 168 million Americans. A level of
smog of 75 ppb seriously threatens
people, aggravating asma, respiratory diseases and heart attacks. They also
damage the ecosystem, reducing plants’ photosynthetic capacity, stunning tree
growth and reduce agricultural yields.
At ground level ozone
is produced by chemical reactions between nitrogen oxide and volatile organic
compounds produced by vehicles, industries, electric and chemical plants and
solvents, in the presence of sunlight.
“While the coal
industry in particular believes many of these rules are directed at them, the
fact is many merely close exemptions the industry has enjoyed
for decades through lobbying and lawsuits. If the industry cleaned up its act
long ago, regulations wouldn't be necessary”.
It is ubelievable that
corporations do not understand that air and water are part of the invaluable
services that nature offers and that their conservation carries a cost that
should be included in the corporation’s balance sheet.
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