RESIDUOS PESTICIDAS EN EL CUERPO

ALIMENTOS ORGÁNICOS Y PESTICIDAS  (ENGLISH VERSIN BELOW: Organic food and pesticides
No es suficiente no consumir alimentos orgánicos para evitar la concentración de sustancias agroquímicas en el organismo. La vida urbana moderna hace uso de fumigaciones de pesticidas sintéticos en los campos y de insecticidas en el hogar que terminan en nuestro cuerpo aún si consumimos exclusivamente alimentos orgánicos.



Cuando alguien pregunta qué son los alimentos orgánicos casi todos decimos que son los que en su cultivo “no se usan pesticidas”. Esta afirmación es cierta, pero excesivamente incompleta.
En primer lugar, los pesticidas que no se usan en la producción orgánica son los pesticidas sintéticos, ya que los no sintéticos sí se usan. El nivel de influencia de los pesticidas y fertilizantes no sintéticos (en general naturales) en la salud es prácticamente cero o, en todos casos, infinitamente menor que el de los agroquímicos más usados.
Pero las fuentes de pesticidas sintéticos no se limitan, de ninguna manera, a los usados en la producción del alimento. En la vida moderna nos vemos rodeados de pesticidas sintéticos usados no solo en las fumigaciones agrícolas sino, y muy especialmente, en el hogar, a raíz del uso liberal de productos insecticidas, los que casi siempre – para no arriesgarnos a decir siempre – son productos de síntesis químicas; además de los solventes usados como portadores del o de los principios activos sintéticos.
Hace décadas que se prohibieron los insecticidas clorados (se acuerdan del “milagroso” DDT?) porque sus residuos fueron encontrados en cantidades alarmantes en las grasas de las personas – incluyendo la contenida en la leche materna – y eran prácticamente permanentes.
En un artículo aparecido en Environmental Health News (Childrens’ Health) del 6 de noviembre ppdo. (2015) (*) se cita un estudio llevado a cabo por un equipo de científicos de la Universidad de California en Berkeley (EEUU) que “sugiere que la dieta es solo una parte de la ecuación, especialmente para niños que podrían verse expuestos a insecticidas en el hogar o pesticidas pulverizados en campos cercanos”.  Los investigadores analizaron la orina de niños de 3 a 6 años para detectar residuos de pesticidas y herbicidas.
Los resultados indicaron que si bien el nivel de pesticidas organofosforados y herbicida 2,4-D se redujeron a casi la mitad cuando a los niños se los alimentaba con una dieta orgánica, otros pesticidas como los piretroides – usados mayormente en insecticidas hogareños – prácticamente no disminuían su nivel en la orina, lo que indicaría que ellos no provenían originalmente de los alimentos. Resultados de este tipo de análisis fueron encontrados en diversas instituciones, entre otras, la Universidad de Harvard.
Así, muchos grupos comunitarios están reclamando una ley de uso de pesticidas, y algunos estados planean sancionarlas para fin de año. En particular es preocupante lo que pueda estar ocurriendo en las escuelas, y algunas autoridades ya han decretado moratorias de una milla (1,6 km) de radio de las escuelas, donde no se pueden pulverizar pesticidas sintéticos.
Esto no quiere decir que se deba prescindir totalmente del uso de insecticidas hogareños ya que en ciertas ocasiones se hacen inevitables. Pero no deben usarse si no es muy necesario, y siempre en forma estrictamente controlada.
Tampoco quiere decir que si no se encuentran fácilmente frutas y verduras orgánicas o estas están fuera del alcance económico del comprador, deba prescindirse de sus similares no orgánicos. Es preferible consumir frutas convencionales a excluirlas de la dieta, pero en tal caso debe procederse a un lavado minucioso para eliminar todo residuo pesticida, por lo menos los que están en las superficies exteriores.
En resumen, la vida es un continuo balance entre problemas y soluciones y, si bien en ciertas ocasiones los insecticidas son casi inevitables, en particular en los hogares, ellos deben usarse con gran cuidado. En cuanto a su uso agrícola, los métodos orgánicos permiten prescindir completamente de los pesticidas y agroquímicos sintéticos, con lo que nos orientan hacia una vida menos riesgosa y mucho más saludable, a la par que protegemos al planeta y reducimos una buena parte de lo que provoca el cambio climático. Entonces, esta es la correcta definición de un alimento orgánico: es el que en su producción se prescinde de todo aquello que daña al planeta y asegura un mundo más habitable para nosotros y para las siguientes generaciones.
(*) Is Feeding Your Child Organic Food Enough to Reduce the Pesticides in Her Body?, Kristine Wong, Environmental Health News (Childrens’ Health),  Publ.date: November 3, 2015 ), http://civileats.com/2015/11/03/is-feeding-your-child-organic-food-enough-to-remove-the-pesticides-from-her-body-farmworkers-food-safety/
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ORGANIC FOOD AND PESTICIDES
It is not enough to consume only organic foods to avoid concentrations of agrochemical substances in the body. The modern life uses synthetic pesticide sprays in the fields and insecticides at home that end up in our body even if we eat exclusively organic foods.
When somebody asks what are organic foods, almost all of us say that they are those produced “without pesticides”. Although this definition is correct, it is grossly incomplete.
First of all, the pesticides that are not used in organic agriculture are the synthetic ones, since the non synthetic ones are indeed used. The damage on human health of the non synthetic pesticides and fertilizers (normally the natural ones) is practically nul or, in any case, infinitely less than the most commonly used agrochemicals.
But the sources of synthetic pesticides are not limited in any way to the ones used in food production. In modern life we are surrounded with synthetic pesticides used not only in agricultural sprays but, mainly, the insecticides used in our homes. Thes are mostly – we do not risk saying always – products of chemical synthesis. We must add on top of this the solvents used as carrier of the synthetic active principles.
Decades ago, the chlorinated insecticides were forbidden (let’s remember the “miraculous” DDT) because their residues were found in alarming quantities concentrated in human fat, including maternal milk, and they were practically permanent.
In an article appeared in Environmental Health News (Childrens’ Health) November 6, 2015 (*) a study by a team of scientists of the University of California, Berkeley, suggests that the diet is only part of the equation, especially for kids who might be exposed to insecticides at home or pesticides from agricultural fields nearby”.
Researchers analyzed for pesticides and herbicides in the urine of 3-6 year old kids. Results indicated that even if the level of organophosfate pesticides and 2,4-D herbicides diminished to almost one half when kids were fed organic foods, other insecticides like pyrethroids  - mostly used in home insecticides – practically did not diminish their levels in urine, showing that they did not come originally from foods.  Similar results were found in research institutes elsewhere, among them Harvard University.
Therefore, many comunitary groups are asking for pesticide laws, and some states plan to have them by yearend. In particular it worries us what could be happening in schools. Some authorities have decreed moratories banning the spray of synthetic pesticides in a one mile radius from schools.  
This does not mean that we must completely avoid home insecticides, since they are inevitable under certain circumstances. But they should not be used unless they are absolutely inevitable, and always under strictly controlled conditions.
This also means that if organic fruits and vegetables are difficult to find or economically unattainble their non organic counterparts must be banned. It is better to eat conventional foods rather than none at all. But in such a case, they should be thoroughly washed to eliminate pesticide residues, at least those that stay in the surface.
In summary, life is a continuous compromise between problems and solutions, And, if it is true that under certain circumstances the use of insecticides at home is inevitable, they should be used with great care. In agriculture, organic production methods allow us to completely avoid synthetic pesticides and agrochemicals, leading us to a less risky and healthier life, at the same time protecting the planet and considerably reducing climatic changes. This leads us to  more correct definition of organic products: “they are those whose production avoids anything that damages the planet and assuring a more livable world for us and our following generations”.
(*) Is Feeding Your Child Organic Food Enough to Reduce the Pesticides in Her Body?, Kristine Wong, Environmental Health News (Childrens’ Health),  Publ.date: November 3, 2015 ), http://civileats.com/2015/11/03/is-feeding-your-child-organic-food-enough-to-remove-the-pesticides-from-her-body-farmworkers-food-safety/

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