RICE ORGANIC METHODS BEST

INDIA – REVOLUCIÓN DEL ARROZ 
(English version below: INDIA'S RICE REVOLUTION)
En un villorrio del más pobre estado de la India, Bihar, los granjeros están cosechando cantidades de arroz record del mundo – sin OGM, ni herbicidas. Será la solución para la escasez mudial de alimentos?


Image: Bihar, India, www.storytrap.com
Sumant Kumar, un tímido granjero en el distrito de Nalanda del paupérrimo estado de Bihar de la India, usando solo estiércol de su granja y sin usar herbicidas produjo un resultado asombroso de 22,4 toneladas de arroz por hectárea, comparadas con sus usuales cuatro o cinco ton/ha que obtenía en su predio cerca de las márgenes del rio Sakri.
El artículo “India’s Rice Revolution” (Revolución del Arroz en India) aparecido en la publicación  The Guardian (1) dice que esa cantidad “es mayor que las excepcionales 19.4 toneladas obtenidas por el “padre del arroz”, el científico Chino Yuan Longping (agricultural scientist Yuan Longping), y las obtenidas por los científicos financiados por el Banco Mundial en el Instituto Internacional de Investigación del Arroz (International Rice Research Institute - IRRI) en Filipinas, y para nada comparable con los mayores semilleros, y empresas de OGM de los EEUU y Europa”. Algunos de los vecinos de Kumar registraron más de 17 toneladas, mientras que muchos otros en los villorrrios de los alrededores duplicaron los rendimientos usuales - dice el artículo - que continúa informando que muchos vecinos obtuvieron éxito usando estos métodos en otros cultivos como las papas, el trigo y varios otros. Esto era un milagro en un estado donde “casi la mitad de las familias viven debajo de la línea de pobreza de la India y el 93% de los 100 millones de personas dependen del cultivo del arroz y las papas”.  Y el artículo dice que se trata del “desarrollo más significativo de los últimos 50 años para los 500 millones de pequeños agricultores del mundo y los dos mil millones de personas que dependen de ellos”.
El método llamado Sistema de Intensificación del Arroz (o de las Raíces) – SRI por sus siglas en inglés - se basa en un sistema diferente de plantación. “En lugar de plantar en lotes inundados las plántulas de tres semanas en gavillas, como lo hacen tradicionalmente los arroceros del mundo, los granjeros de Darveshpura manejan cuidadosamente solo la mitad de las semillas y transplantan  las plántulas  una por una cuando son todavía más jóvenes. Además las espacian a intervalos de 25 cm  en forma de cuadrícula, mantienen el suelo mucho más seco y deshierban cuidadosamente entre las plantas para permitir el aireado de sus raíces”.
Los orígenes del método SRI se remonta a Madagascar en los 80’s (SRI's origins go back to the 1980s in Madagascar)  donde Henri de Laulanie, un sacerdote y agrónomo Jesuita francés, cultivó arroz en las tierras altas y desarrolló un método que fue incorporado por el profesor Norman Uphoff, director del International Institute for Food, Agriculture and Development at Cornell University, responsable de difundir el trabajo de De Launie.
"Se trata de un conjunto de ideas que son el absoluto opuesto a las de la revolución verde (de los años ’60) que preconizaba que había que cambiar los genes y los nutrientes del suelo para mejorar los rendimientos, a costa de un tremendo costo ecológico”, dice Uphoff.
Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo respecto de las virtudes del SRI. Algunos científicos se quejan de que no hay suficiente evidencia sobre el SRI constatada por publicaciones científicas y que es imposible obtener los rendimientos mencionados. “Cuando se intentó evaluar independientemente los principios de SRI resulta que los mismos fueron muy diferentes de s que fueron reportados por evaluaciones hechas en el campo por ONGs y otros que lo están promoviendo”, dice Achim Dobermann, subdirector de investigación del International Rice Research Institute.
Por su parte, Dominic Glover, un investigador Británico que trabaja en la Universidad de Wageningen en Holanda dijo: “El SRI está bien para pequeños productores que se apoyan en su propia familia para el trabajo – dice,– pero no necesariamente para explotaciones más grandes.  Más que una teoría mágica se trata del buen manejo, habilidad y atención a los detalles lo que conduce a los super rendimientos. Claramente, y bajo ciertas circunstancias es un recurso eficiente para los productores.  Pero es mano de obra intensiva y todavía nadie ha desarrollado una tecnología de plantación de plántulas individuales”.
Como siempre, existe una controversia entre los métodos orgánicos y los de la agricultura industrializada y, en el calor de la discusión, ninguna de las dos partes reconoce sus respectivas ventajas y limitaciones. Podríamos preguntarnos cuál es la relación entre toneladas producidas por hectárea de la tierra que pueda sustentar una agricultura industrializada, frente a las toneladas de alimento producidas por persona en comunidades pobres del mundo que son frecuentemente dejadas de lado por la “ciencia corporativa”.  
Sin embargo, el artículo en The Guardian continúa mencionando que “aún si se lograra solo un aumento del 30% en los rendimientos de los pequeños productores del mundo, el método propuesto significaría mucho para paliar la pobreza”.  De hecho, en el estado de Bihar  “casi la mitad de las familias viven por debajo del nivel de pobreza de la India y 93% de la población de 100 millones depende del cultivo de arroz y de papas”. Allí los pobladores que están a merced de un clima errático en los años malos se quedan sin comida. Estos pequeños productores pobres no pueden afrontar el costo de fertilizantes sintéticos, pesticidas o semillas OGM; más aún, su tierra y agua pueden no ser capaces de sustentar ningún tipo de agricultura industrializada.

(1) India’s Rice Revolution , The Guardian, Environmental sustainability, The Observer, https://www.theguardian.com/global-development/2013/feb/16/india-rice-farmers-revolution
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INDIA’S RICE REVOLUTION
In a village in India's poorest state, Bihar, farmers are growing world record amounts of rice – with no GM, and no herbicide. Is this one solution to world food shortages?
Sumant Kumar, a shy young farmer in Nalanda district of India's poorest state Bihar, using only farmyard manure and without any herbicides, have grown an astonishing 22.4 tonnes of rice on one hectare, compared with the four or five tonnes per hectare that he usually managed in his field near the bank of the Sakri river.
The article India’s Rice Revolution in The Guardian (1) says that  this is more than “the 19.4 tonnes achieved by the "father of rice", the Chinese agricultural scientist Yuan Longping, but the World Bank-funded scientists at the International Rice Research Institute in the Philippines, and anything achieved by the biggest European and American seed and GM companies”. Some of Kumar’s neighbors recorded over 17 tonnes, and many others in the villages around claimed to have more than doubled their usual yields, says the article, that goes on reporting that other neighboring farmers proved the success of the agricultural method with other crops such as potatoes and wheat and many others. This was a miracle in a state where nearly “half the families live below the Indian poverty line and 93% of the 100 million population depend on growing rice and potatoes”, and it is called “the most significant developments of the past 50 years for the world's 500 million small-scale farmers and the two billion people who depend on them”.
The method, named Rice (or root) Intensification (SRI) calls for a different planting system. “Instead of planting three-week-old rice seedlings in clumps of three or four in waterlogged fields, as rice farmers around the world traditionally do, the Darveshpura farmers carefully nurture only half as many seeds, and then transplant the young plants into fields, one by one, when much younger. Additionally, they space them at 25cm intervals in a grid pattern, keep the soil much drier and carefully weed around the plants to allow air to their roots”.
SRI's origins go back to the 1980s in Madagascar where Henri de Laulanie, a French Jesuit priest and agronomist, observed how villagers grew rice in the uplands. He developed the method that was taken up by professor Norman Uphoff, director of the International Institute for Food, Agriculture and Development at Cornell University, who was largely responsible for spreading the word about De Laulanie's work.
"It is a set of ideas, the absolute opposite to the first green revolution [of the 60s] which said that you had to change the genes and the soil nutrients to improve yields. That came at a tremendous ecological cost," says Uphoff.
Not everyone agrees. Some scientists complain there is not enough peer-reviewed evidence around SRI and that it is impossible to get such returns. “When people independently have evaluated SRI principles then the result has usually been quite different from what has been reported on farm evaluations conducted by NGOs and others who are promoting it”, says Achim Dobermann, deputy director for research at the International Rice Research Institute.
“SRI is good for small farmers who rely on their own families for labour, - says Dominic Glover, a British researcher working with Wageningen University in the Netherlands - but not necessarily for larger operations. Rather than any magical theory, it is good husbandry, skill and attention which results in the super yields. Clearly in certain circumstances, it is an efficient resource for farmers. But it is labour intensive and nobody has come up with the technology to transplant single seedlings yet."
As always, there is a controversy between organic methods and industrial agriculture, and in the heat of the argument there is a lack of recognition in both sides of their respective advantages and limitations. We could ask what is the relationship between tons produced per hectare of land able to sustain industrial agriculture versus tons of food produced per person in poor communities in the world that are often left aside by “corporate science”.  
The article in The Guardian goes on mentioning that “even a 30% increase in the yields of the world's small farmers would go a long way to alleviating poverty”. Indeed, in the state of Bihar, nearly half the families live below the Indian poverty line and 93% of the 100 million population depend on growing rice and potatoes”. There, the villagers at the mercy of erratic weather go without food in bad years. These small and poor farmers cannot afford synthetic fertilizers, pesticides or GMO seeds; furthermore, their land and water may not even be able to sustain any kind of industrial agriculture.
(1) India’s Rice Revolution , The Guardian, Environmental sustainability, The Observer, https://www.theguardian.com/global-development/2013/feb/16/india-rice-farmers-revolution

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