CAPTURA DE CARBONO: SUBSIDIOS Y PETROLERAS
El drama del cambio climático impulsa a asignar inmensos recursos públicos a proyectos de sustitución de energías productoras de CO2 por energías renovables. Muchos de esos proyectos, sin embargo, terminan produciendo más CO2, y a costa de esos recursos públicos.
Por ejemplo, parece razonable que numerosos proyectos de captura de CO2 del ambiente reciban subsidios. Muchos de esos proyectos de captura son llevados a cabo por la industria petrolera. Como los proyectos de captura de CO2 están todavía en sus pañales y muchos fracasan, los subsidios asignados a su desarrollo terminan siendo usados para la expansión de la industria petrolera y producir más combustibles fósiles cuya combustión volverá finalmente al ambiente el CO2 capturado.
Para superar los escollos legislativos a la aprobación de la llamada Acta de Reducción de Inflación (Inflation Reduction Act) del Presidente Biden de los EEUU que prevé inmensos subsidios para desarrollos de energías renovables y vehículos eléctricos, tuvo que encontrar la forma de que la gigantesca industria petrolera no se opusiera a dicho proyecto político. Para ello aceptó invertir miles de millones de dólares en proyectos de captura de CO2 por las propias petroleras que usan el CO2 capturado principalmente para propósitos como la inyección del gas en sus pozos para obtener todavía más petróleo. Alguna de estas industrias aun declama que captura más CO2 del ambiente que ninguna otra empresa en el mundo. Pero muchas de las unidades de captura de C02 no llegan a funcionar eficientemente, y algunas directamente dejaron de funcionar. Mientras tanto, los subsidios de esos proyectos clasificados como “verdes” fueron otorgados y gastados, la mayoría inútilmente; o, peor aún, en forma contraproducente.
Quienes defienden estos proyectos y sus subsidios opinan que la tecnología no ha llegado todavía a escala y que no se ha invertido lo suficiente. Una situación similar ocurrió con el carbón como combustible, que prometía lavar los gases invernadero de la producción de energía a partir del carbón. El Departamento de Energía invirtió casi quinientos millones de dólares en seis proyectos de “carbón limpio” que fracasaron.
El artículo puntualiza un número de casos reales de proyectos de captura de C02 en las industrias de los combustibles fósiles, muchos de ellos o fracasados, o funcionando a menos de su capacidad proyectada.
Sin embargo, luego de años de pobres resultados en la experimentación en captura de CO2, los grandes subsidios que otorga el gobierno de los EEUU asombran a muchos científicos del clima como mayormente un regalo a las industrias de los combustibles fósiles, y a las compañías químicas y de la agricultura industrializada que buscan ganancias presentándose como “verdes”.
Fuente: “How a pricey taxpayer gamble on carbon capture helps Big Oil”, Evan Halper, October 9, 2022, The Washington Post, Business. https://www.washingtonpost.com/business/2022/10/09/carbon-capture-oil-gas/?utm_source=Anthropocene&utm_campaign=306d91cfbc-EMAIL_CAMPAIGN_2019_10_17_02_17_COPY_01&utm_medium=email
Por ejemplo, parece razonable que numerosos proyectos de captura de CO2 del ambiente reciban subsidios. Muchos de esos proyectos de captura son llevados a cabo por la industria petrolera. Como los proyectos de captura de CO2 están todavía en sus pañales y muchos fracasan, los subsidios asignados a su desarrollo terminan siendo usados para la expansión de la industria petrolera y producir más combustibles fósiles cuya combustión volverá finalmente al ambiente el CO2 capturado.
Para superar los escollos legislativos a la aprobación de la llamada Acta de Reducción de Inflación (Inflation Reduction Act) del Presidente Biden de los EEUU que prevé inmensos subsidios para desarrollos de energías renovables y vehículos eléctricos, tuvo que encontrar la forma de que la gigantesca industria petrolera no se opusiera a dicho proyecto político. Para ello aceptó invertir miles de millones de dólares en proyectos de captura de CO2 por las propias petroleras que usan el CO2 capturado principalmente para propósitos como la inyección del gas en sus pozos para obtener todavía más petróleo. Alguna de estas industrias aun declama que captura más CO2 del ambiente que ninguna otra empresa en el mundo. Pero muchas de las unidades de captura de C02 no llegan a funcionar eficientemente, y algunas directamente dejaron de funcionar. Mientras tanto, los subsidios de esos proyectos clasificados como “verdes” fueron otorgados y gastados, la mayoría inútilmente; o, peor aún, en forma contraproducente.
Quienes defienden estos proyectos y sus subsidios opinan que la tecnología no ha llegado todavía a escala y que no se ha invertido lo suficiente. Una situación similar ocurrió con el carbón como combustible, que prometía lavar los gases invernadero de la producción de energía a partir del carbón. El Departamento de Energía invirtió casi quinientos millones de dólares en seis proyectos de “carbón limpio” que fracasaron.
El artículo puntualiza un número de casos reales de proyectos de captura de C02 en las industrias de los combustibles fósiles, muchos de ellos o fracasados, o funcionando a menos de su capacidad proyectada.
Sin embargo, luego de años de pobres resultados en la experimentación en captura de CO2, los grandes subsidios que otorga el gobierno de los EEUU asombran a muchos científicos del clima como mayormente un regalo a las industrias de los combustibles fósiles, y a las compañías químicas y de la agricultura industrializada que buscan ganancias presentándose como “verdes”.
Fuente: “How a pricey taxpayer gamble on carbon capture helps Big Oil”, Evan Halper, October 9, 2022, The Washington Post, Business. https://www.washingtonpost.com/business/2022/10/09/carbon-capture-oil-gas/?utm_source=Anthropocene&utm_campaign=306d91cfbc-EMAIL_CAMPAIGN_2019_10_17_02_17_COPY_01&utm_medium=email
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