SEQUÍAS, ESPAÑA Y ARGENTINA, ALERTA.
A pesar de que Argentina posee uno de los mayores acuíferos del mundo, la forma y continuidad de su explotación merece un cuidado especial, como lo demuestran los gravísimos problemas de provisión de agua que está sufriendo Cataluña, España, por errores en el uso de las fuentes de agua que no pueden ser manejadas como si fueran inacabables.
Argentina posee varios acuíferos, en especial el Acuífero
Guaraní, gigantesco
reservorio natural de agua dulce, ubicado mayormente debajo de la cuenca fluvial del Río de
la Plata, que se extiende por debajo de la superficie de parte de Argentina,
Brasil, Paraguay y Uruguay, y
constituye una de las mayores reservas de agua dulce conocidas del planeta Tierra. Respecto de las políticas de aprovechamiento de
ese recurso de agua, España nos está haciendo un llamado de atención.
Un reciente artículo publicado por la agencia de noticias
ecológicas EcoTicias.com (1) apunta a
que, en ese sentido, la región española de Cataluña “si podía
hacer algo mal, se ha superado y lo ha hecho peor”. El artículo
citado acusa como causa del problema al “modelo agroindustrial insostenible, el turismo intensivo y unas desaladoras que jamás serán la solución”.
Según el artículo, la agricultura con un uso irracional de
riego y las macro granjas porcinas, es responsable del 95% de uso del agua de
las cuencas del Ebro, y el 40% de las cuencas interiores, causando, además, contaminación
de los acuíferos debido principalmente a los efluentes de la ganadería
industrial. La demanda actual de agua sobrepasa el uso
sostenible de los recursos hídricos, teniendo que depender de recursos no
convencionales como la desalinización y regeneración, cosas que tampoco son
una solución, ya que requieren mucha energía y, además, producen una efluencia
de salmueras que es vertida al mar.
Una segunda causa del aumento del consumo de agua dulce es el
turismo. Obviamente, España y, en especial la región de Cataluña, constituye un
atractivo turístico que es de los mayores de Europa. En esa zona está probado que “mientras una persona residente consume
una media de 133 litros/día, el turista medio puede llegar a consumir más de
300”. Y sólo Barcelona recibió el año pasado alrededor de 26 millones de
turistas.
Dice el artículo que la “sequía
catalana ha tenido efectos devastadores para los cauces fluviales y sus
ecosistemas asociados” (…) “Y que la Generalitat no ha
cumplido con la obligación de mantener los caudales ecológicos fijados por ley,
reduciéndolos drásticamente, hasta en un 90 %”.
En el caso de Argentina, si bien el Acuífero Guaraní tiene
un volumen estimado de aproximadamente 37.000 km3 (kilómetros cúbicos) recibe
una retroalimentación de solo aproximadamente 166 km³ anuales por
precipitación. Y siendo que en nuestro país el acuífero se encuentra en
el subsuelo de la zona agrícola e industrial por excelencia, el uso de esa
pequeña tasa de recuperación pluvial merecería un mayor cuidado.
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