ABEJAS Y MICROPLÁSTICOS
La población mundial de abejas que polinizan las plantas que
directa o indirectamente contribuyen a la producción de un tercio de los
alimentos que consumimos, está en declinación por múltiples razones, todas
ellas conectadas con la actividad del hombre en la Tierra. A los problemas
antropogénicos de los pesticidas, la reducción del hábitat y el cambio
climático, ahora se añaden los microplásticos en el ambiente.
Sabemos que los microplásticos derivados de la invasión de
residuos sintéticos de todo tipo de industrias, y particularmente,de alimentos
y cosméticos, invaden el ambiente no solo a nivel suelo y agua, sino también del
aire. Las abejas y otros insectos polinizadores expuestos a los microplásticos
confunden los sistemas de la orientación y la identificación de las especies
que los alimentan. Además, su ingesta a través del néctar disminuye sus
defensas físicas causándoles enfermedades que disminuyen su resistencia física
y su actividad polinizadora.
Pero, además, la contaminación de la miel con los microplásticos
constituye una vía directa de partículas a la cadena alimentaria humana y hace
que las implicancias de esa contaminación vaya más allá de las abejas y las
plantas, alcanzando todos los niveles del sistema alimentario humano.
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