PURINES, RESIDUO O RECURSO

 


Los resultados preliminares de un estudio llevado a cabo por el INTA indican que el empleo de purines puede triplicar la producción forrajera de maíz para lechería.

Los purines, formados por el orín, los desechos fecales, restos de alimentos y el agua de lavado de las instalaciones de ordeñe constituyen un serio problema para el tambo, ya que su desecho implica grandes extensiones de lagunas donde se acumulan y fermentan antes de ser absorbidos por el suelo o evaporarse lentamente. Si bien contienen una gran cantidad de nutrientes nitrogenados, fósforo, potasio, calcio y magnesio, también resultan cuestionables por la absorción de nitratos por el suelo y la consecuente contaminación de las napas freáticas así como la posible acumulación de metales pesados y patógenos, temas a tener en cuenta en estudios más prolongados.

“Los purines no son un residuo, son un recurso clave para un modelo de producción agrícola más equilibrado y responsable”, dice Cintia Schenkel, integrante del grupo de trabajo del INTA Guatrache, La Pampa, que estudió los efectos positivos del empleo de purines en la producción forrajera, concluyendo que “esta experiencia puede replicarse en otras regiones productoras, promoviendo un modelo de agricultura más eficiente y sostenible, lo que requerirá estudios más prolongados para evaluar su acción a lo largo del tiempo, y diseñar un sistema equilibrado y ecológicamente sustentable.

Fuente: Logran triplicar la producción de forraje con el uso de purines”, TodoAgro, Abr. 23, 2º25, Lechería. https://www.todoagro.com.ar/l

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