FDA SERIAMENTE CUESTIONADA
La Food and Drug Administration (Administración de Alimentos y Drogas) de los EEUU, organismo rector en la seguridad de los esos productos, en especial los alimentos, está siendo seriamente cuestionada por aparente negligencia en la actualización de sus procedimientos, regulaciones, límites de seguridad de sustancias peligrosas en drogas y alimentos, y otras barreras críticas para la salud de los consumidores.
Una reciente interpelación
en el Comité sobre Vigilancia y Responsabilidad del Congreso de los EEUU
concluyó que la agencia tropieza
frecuentemente con crisis en su operatoria. Según el artículo que comentamos,
desde hace décadas la agencia no actualiza suficientemente sus ensayos sobre
sustancias peligrosas.
Muchas de las sustancias
que terminan en los alimentos como los Bisfenoles (BPA), los Ftalatos, o el
grupo de las sustancias químicas conocidas como PFAS (Sustancias Poli Fluoro
Alkilatos), también conocidas como “forever
chémicals” (“sustancias químicas
eternas”), si bien no son agregadas intencionalmente a los alimentos, los
mismos fluyen de los envases y equipos de procesado (incluso de la vajilla hogareña
antiadherente).
El
Acta de Alimentos, Drogas y Cosméticos de 1938 requería una evaluación
acumulativa de sustancias ingeridas, tomando en consideración las que
estuvieran relacionada química o farmacológicamente con la dieta. Pero sesenta
años más tarde, dice el artículo, la FDA nunca cumplió esta parte de la ley.
Tampoco se actualizaron suficientemente los “niveles de seguridad en sangre” de
elementos tales como, por ejemplo, el plomo, que daña las células cerebrales de
los infantes resultando en bajos IQ (bajos niveles de inteligencia) y problemas
de comportamiento, entre otros efectos dañinos. Y los envases plásticos de
alimentos contienen un número de sustancias del tipo de los estrógenos, los ya
mencionados bisfenoles y ftalatos, que fluyen a los alimentos que contienen.
Sin
embargo, la FDA continúa defendiendo sus regulaciones que consideran seguros
los actuales niveles de BPA en alimentos, a diferencia de lo que establece, por
su parte, la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad de los Alimentos), que redujo
unas 20.000 veces el “nivel de seguridad” de esa sustancia.
El
artículo que comentamos publica que en el año 2020 se presentó una “petición
ciudadana” a la FDA intentando presionar a la Agencia para que cumpla aquella regulación
de 1938, petición ciudadana que no fue nunca respondida. Y para finalizar, el
artículo publica una carta del 11 de marzo ppdo.del Dr. Médico R.M.Califf,
Comisionado de la FDA, denunciando estos problemas de la Administración, carta que
hasta ahora no mereció una respuesta.
Los
técnicos en alimentos siempre hemos considerado a la FDA [C1] como la autoridad regulatoria
y científica más reputada universalmente en materia de seguridad de los
alimentos, drogas y cosméticos, autoridad que hoy va apareciendo más que
deslucida
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