VIÑA CHILENA LLEVA EL ORGÁNICO AL EXTREMO

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CON BIODINÁMICA UNA VIÑA CHILENA LLEVA EL ORGÁNICO AL EXTREMO (de un artículo por Lauren Villagran, en SmartPlanet Daily [newsletters@smartplanet.online.com] Feb. 10, 2012)



Foto de Matetic Vineyards por Nacho Espejo

En la región de Casablanca, Chile, una viña llamada Matetic está llevando al extremo el cultivo orgánico de uvas para vino experimentando con la biodinámica – un movimiento que ha ganado impulso llevando nuevos límites al cultivo orgánico de uvas para vino en todo el mundo, desde las viñas de Francia a las del Valle de Napa en California. Y, más recientemente, en Chile.
Matetic es una viña relativamente joven, fundada en 1999 por una familia Croata del mismo nombre. Entre terrenos colinosos, Matetic mantiene 168 hectáreas plantadas con variedades que incluyen el Syrah, Sauvignon Blanc y Chardonnay – todas ellas certificadas orgánicas. Hace algunos años Matetic dio sus primeros pasos hacia la producción biodinámica.
El cultivo biodinámico parecería algo esotérico o, por lo menos, muy inconvencional. Es una tendencia y una herrameinta potencial de marketing. Pero será que la agricultura biodinámica produce un mejor vino?
Es escritor de la revista Food and Wine magazine, Ray Isle, tenía lo siguiente para decir en un artículo reciente (clickear  article):
“El éxto de esta práctica es imposible de cuantificar: la medición científica de lo espiritual (de lo cual la biodinámica hace mucho uso) constituye una contradicción del propio término. El argumento más efectivo de la biodinámica es que los vinos producidos con esta técnica son evocativos del lugar de origen – y, consecuentemente, mejores”
En Chile, que es el quinto exportador de vinos del mundo, la práctica biodinámica es todavía muy nueva. Por lo menos otro productor, la bodega Orgánica y Biodinámica Emiliana, también en la región de Casablanca, usa el método biodinámico – lo que es una gota en el tonel de US$ 1.400 millones de la industria vitivinícola.
Pero los vinos biodinámicos producidos en otras partes del mundo están recibiendo aclamaciones de la crítica, incluyendo el Merlot 2001 Ceàgo Vinegarden Camp Masut de Jim Fetzer, y el  2003 Clos de la Coulée de Serrant, de Nicolas Joly, según la misma revista Food and Wine.
Los expertos creen que los vinos biodinámicos tienen buena recepción porque un viñatero que acceda a seguir tan meticulosamente este método, por naturaleza querrá dedicarse más detenidamente al cultivo del viñedo. 
Artículo completo (en Inglés): http://www.smartplanet.com/blog/global-observer/with-biodynamics-chilean-vineyard-takes-organic-to-an-extreme/3886?tag=nl.e660

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WITH BIODYNAMICS, CHILEAN VINEYARD TAKES ORGANIC TO AN EXTREME (from an article by Lauren Villagran, in SmartPlanet Daily [newsletters@smartplanet.online.com] Feb. 10, 2012)

 Photo of Matetic Vineyards by Nacho Espejo

Casablanca region, a vineyard called Matetic is pushing new limits in the organic cultivation of wine grapes by experimenting with biodynamics – a movement that has gained momentum in wine-growing regions around the world, from the fields of France to Napa Valley. And, more recently, in Chile.
Matetic is a relatively young vineyard, founded in 1999 by a Croatian family of the same name. Amidst the hilly terrain, Matetic maintains 168 hectares planted with varietals including Syrah, Sauvignon Blanc and Chardonnay – all certified organic. Several years ago, Matetic took its first steps toward biodynamic production.
Biodynamic cultivation looks esoteric and certainly unconventional. It’s also a trend and potential marketing tool. But does biodynamic farming produce better wine?
Food and Wine magazine writer Ray Isle had this to say in a recent article:
“The success of the practice is impossible to quantify: Scientific measurement of the spiritual is a contradiction in terms. The most effective argument for biodynamics is that wines produced employing it are more evocative of the place they’re grown—and, consequently, better.”
In Chile, the world’s fifth-largest exporter of wines, the practice is still new. At least one other maker, Emiliana Organic and Biodynamic winery, also in the Casablanca region, is employing biodynamics – a drop in the barrel of a $1.4 billion wine industry.
But biodynamic wines produced elsewhere are achieving critical acclaim, including Jim Fetzer’s 2001 Ceàgo Vinegarden Camp Masut Merlot and Nicolas Joly’s 2003 Clos de la Coulée de Serrant, according to Food and Wine.
Experts speculate that biodynamic wines do well because a winemaker willing to follow such a meticulous method will by nature be more dedicated to the cultivation of the vineyard.

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