RELIGIONES Y SUSTENTABILIDAD

RELIGIÓN Y MEDIO AMBIENTE    (ENGLISH VERSION BELOW: Religion and environment)
El despertar del mundo al cuidado del ambiente incluye, como no podía ser de otra forma, a los movimientos religiosos. La encíclica “Laudato si” del Papa Francisco y decisiones políticas acerca de la reducción del consumo de combustibles fósiles que impulsan otras denominaciones cristianas promueven decisiones políticas que van más allá de lo estrictamente espiritual.


En enero de este año el Cardenal Tagle, Arzobispo de Manila, Filipinas, anunció la creación del Movimiento Católico Global sobre Clima que, junto a miles de grupos están promoviendo un tratado internacional por el clima, con la “esperanza de promover la conversión de los corazones endurecidos (1).
En lo que respecta a la Iglesia Católica Apostólica Romana, los papas han expresado repetidamente en el pasado su preocupación por este tema.
“Desde las peticiones del Papa Juan Pablo II de respetar la naturaleza, hace un cuarto de siglo, hasta la relación cada vez más sofisticada del Vaticano con la ciencia, la Iglesia Católica Romana ha estado impulsando durante décadas el tomar en serio las cuestiones ambientales.  Y el Papa Francisco, un exquímico con una profunda preocupación por los pobres, parece decidido a demostrar que el cambio climático —el problema “verde”— es algo más que salvar osos polares.” (2).
 En su “Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz” ya en 1999, Juan Pablo II expresaba que “la promoción de la dignidad humana se relaciona con el derecho a un medio ambiente sano” y que poner al ser humano en el centro de atención al medio ambiente es, en realidad, el modo más seguro para salvaguardar la creación. (3)
Al año siguiente  Benedicto XVI, que ha sido calificado como el “papa verde” por sus llamados para tomar conciencia de la necesidad de proteger el medioambiente, advirtió en un discurso a embajadores acreditados ante el Vaticano y en referencia a la reunión de Copnenague, que el fracaso de los líderes mundiales para acordar un nuevo tratado contra el cambio climático amenaza a la paz mundial, puesto que esta depende de salvaguardar responsablemente la creación de Dios.
Pero el Papa Francisco hoy está decidido a hacer de este tema la parte central de su trabajo, como lo ha expresado sin lugar a dudas en su reciente encíclica “Laudato sí”.
Por su parte, La Iglesia Episcopal adhiere a las iglesias cristianas Iglesia Unida de Cristo, Iglesia Metodista Unida, el Consejo Mundial de Iglesias, la Unitarian Universalist Association y el Seminario Teológico Unido de Nueva York en su apelación por un manejo sensato de las emisiones de carbón en el mundo.
La publicación SustainableBusiness.com.News citada más arriba (1) menciona que una de las medidas tomadas por todas las Iglesias Episcopales fue que se desharán de todas sus acciones en empresas de combustibles fósiles, unos US$ 380 millones; aunque sus líderes no llegaron a decidir acerca del fondo de pensión de US$ 9.000 millones. Pero esas iglesias están impulsando a sus parroquias y diócesis a que se deshagan de US$ 4.000 millones en acciones en combustibles fósiles, según lo informó el diario inglés The Guardian. (4)
Obviamente, como lo expresara con claridad el Papa Francisco, controlar el cambio climático no es una simple cuestión romántica, sino que implica otros asuntos mucho más prosaicos incluyendo afrontar con sinceridad la toma de decisiones políticas y económicas. No hay dudas de que a menos que tomemos seriamente en consideración estos aspectos eminentemente materiales, la solución del serio problema del cambio climático será impracticable.



(4) Episcopal church votes to divest from fossil fuels: 'This is a moral issue' http://www.theguardian.com/world/2015/jul/03/episcopal-church-fossil-fuel-divestment

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RELIGION AND ENVIRONMENT
The awakening of the World to the need of careing the environment involves, as it could not be otherwise, the religious movements. Pope Francis’ recent encyclica “Laudato sí”, and the political decisions regarding the reduction of consumption of fossil fuels that other religious movements promote go beyong strictly spiritual matters.

In January of this year Cardinal Tagle, Archbishop of Manila, The Philipines, announced the creation of the Global Catholic Movement on Climate that, along with thousands of groups advocate an international climate treaty, "hoping to encourage the conversion of hardened hearts”.(1)
“From the petitions during a quarter of a century of Pope John Paul II to respect nature, to the more and more sophisticated relation of the Vatican with the sciences, the Roman Catholic Church has been asking to take seriously the environmental questions.  And Pope Francis, a former chemist with a deep concern for the poor, seems decided to demostrate that the climate change – a “green” problem – is something more than just saving the polar bears” (2).
In 1999 in his “Message for the World Peace Congress” Pope John Paul II expressed that “the promotion of human dignity is related to the right to a healthy environment” and that placing the human being in the center of the attention in the environment is, indeed, the safest way to safeguard creation” (3).
The following year, Pope Benedict XVIth, who has been called the “green pope” because of his calls to become aware of the need to protect the environment, warned in a speech to ambassadors accredited to the Vatican in relation to the Copenhagen conference, that failure of the world leaders to agree on a new treaty on climate change threatened World peace because it depends on responsibly safeguarding God’s creation.
But Pope Francis will make this a central part of his work this year as he expressed it without any doubt in his recent encyclica “Laudato sí”.
On the other hand, other churches like the Episcopal Church joins the United Church of Christ, United Methodist Church, World Council of Churches, Unitarian Universalist Association and New York's Union Theological Seminary in their appeal for a sensible management of the world’s carbon emissions.   
SustainableBusiness.com.News (1) mentions that one of the measures taken by all of the Episcopal Churches is that all fossil fuel holdings will be purged, about $380 million, but leaders stopped short of divesting from the $9 billion pension fund. They are encouraging parishes and dioceses to begin moving their $4 billion out of fossil fuels, reports The Guardian (4)
Obviously, as clearly expressed by Pope Francis, control of the climate change is not a simple romantic  matter; it includes much more prosaic problems like facing with sincerity a number of  political and economic decissions. There is no doubt that unless these eminently material subjects are taken earnestly, the solution to the serious problem of climate change will be impacticable.





(4) Episcopal church votes to divest from fossil fuels: 'This is a moral issue' http://www.theguardian.com/world/2015/jul/03/episcopal-church-fossil-fuel-divestment

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