RESIDUOS PLÁSTICOS Y EXPORTACIÓN ILEGAL
El año pasado 187 países acordaron limitar la exportación de residuos plásticos desde los países ricos a los menos desarrollados, pero el acuerdo muestra grandes fallos.
A partir de enero del 2021, cuando tenían que haberse cumplido las nuevas reglas para el movimiento de las montañas de residuos plásticos, los EEUU, Canada y la Unión Europea mandaron millones de toneladas de residuos plásticos a otros países donde la mayoría de ese material terminó en rellenos “ecológicos”, fueron quemados o desparramados en el ambiente, violando un acuerdo de las Naciones Unidas - según la ONG Basel Action Network (BAN).
Por ejemplo, la
convención prohíbe la exportación de residuos plásticos sin la notificación o
consentimiento de los países que los importan, así como el compromiso de
manejarlos en forma “ecológicamente limpia”.
Estos requisitos,
que suponen una protección al planeta evitando la creciente acumulación de
plásticos, son muy estrictos y, si bien lograron reducir los flujos de
plásticos hacia el mundo subdesarrollado, esos flujos están muy lejos de haber
sido eliminados, en flagrante violación de la Convención de Basilea.
Según BAN, la única
manera legal de exportar esos residuos sería que los recolectores del material
para su exportación se aseguraran de que el material está libre de
contaminación y que es separado en las diferentes clases de polímeros, un
trabajo engorroso y excesivamente caro. Y cuando ese material es enviado a
países sin la suficiente capacidad de manejo puede terminar dañando en forma
permanente a la gente y al ambiente.
En el corto plazo
BAN sugiere a los miembros de la convención que hagan más estrictas las
condiciones de la importación, cosa que los importadores dudan exigir
seriamente, dado que ellos reciben pagos por el plástico que aceptan recibir.
Una solución de
largo plazo se dará si finalmente se cumple en el 2024 el compromiso de las
N.U. de negociar un tratado vinculante que cubra el ciclo completo de vida de
los plásticos.
No se espera que ese
tratado sea muy fácil de cumplir, pero es imprescindible que el mundo comercial
se decida por fin a controlar la cantidad de plástico que se produce, consume y
desecha en el globo.
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