ROBOT MARINO ABSORVE MICROPLASTICOS
Pez robótico experimental que absorbe micropartículas plásticas que polucionan el océano.
Los microplásticos se derivan de la desintegración de los desechos de envases y productos plásticos de uso cotidiano y constituyen un serio problema de polución ambiental de los océanos. Ellos contaminan las aguas, alcanzan y se incorporan en los alimentos marinos y otros productos del ambiente y afectan la vida animal y humana del planeta.
El secuestro y eliminación de los microplásticos flotando en los océanos es difícil por el pequeño tamaño de las partículas que fácilmente evaden los filtros de los equipos de barrido las aguas marinas. Esta nueva invención en vías de desarrollo en el Instituto de Investigación de Polímeros de la Universidad de Sichuan está constituida por un pequeño “pez” autopropulsado que nada en las zonas más contaminadas y adsorbe las micropartículas contenidas en las aguas.
El “cuerpo” de este pequeño robo-pez puede absorber las pequeñas partículas de pigmentos orgánicos, antibióticos y metales pesados contenidas en los microplásticos por los fuertes ligamentos químicos e interacciones electrostáticas con el material del “pez”.
Los investigadores puntualizan que el invento se encuentra aún en etapa de concepto experimental y que el desarrollo industrial para transformar el concepto en un producto para uso en el mundo real necesitará de muchísimo trabajo de investigación y desarrollo adicional. Pero el concepto, en sí mismo, constituye una interesante innovación en los mecanismos de secuestro de los microplásticos.
Según opinan los especialistas en nanociencias, la nanotecnología será uno de los elementos más importantes en la lucha contra los microplásticos, y este desarrollo puede llegar a ser un significativo paso adelante en la lucha contra una de las consecuencias del inmenso problema de la contaminación plástica del ambiente, en este caso, de los océanos.
Fuente: “Scientists unveil bionic robo-fish to remove microplastics from seas” By Sofia Quaglia, The Guardian, News, Plastics, Wed 22 Jun 2022. https://www.theguardian.com/environment/2022/jun/22/
Los microplásticos se derivan de la desintegración de los desechos de envases y productos plásticos de uso cotidiano y constituyen un serio problema de polución ambiental de los océanos. Ellos contaminan las aguas, alcanzan y se incorporan en los alimentos marinos y otros productos del ambiente y afectan la vida animal y humana del planeta.
El secuestro y eliminación de los microplásticos flotando en los océanos es difícil por el pequeño tamaño de las partículas que fácilmente evaden los filtros de los equipos de barrido las aguas marinas. Esta nueva invención en vías de desarrollo en el Instituto de Investigación de Polímeros de la Universidad de Sichuan está constituida por un pequeño “pez” autopropulsado que nada en las zonas más contaminadas y adsorbe las micropartículas contenidas en las aguas.
El “cuerpo” de este pequeño robo-pez puede absorber las pequeñas partículas de pigmentos orgánicos, antibióticos y metales pesados contenidas en los microplásticos por los fuertes ligamentos químicos e interacciones electrostáticas con el material del “pez”.
Los investigadores puntualizan que el invento se encuentra aún en etapa de concepto experimental y que el desarrollo industrial para transformar el concepto en un producto para uso en el mundo real necesitará de muchísimo trabajo de investigación y desarrollo adicional. Pero el concepto, en sí mismo, constituye una interesante innovación en los mecanismos de secuestro de los microplásticos.
Según opinan los especialistas en nanociencias, la nanotecnología será uno de los elementos más importantes en la lucha contra los microplásticos, y este desarrollo puede llegar a ser un significativo paso adelante en la lucha contra una de las consecuencias del inmenso problema de la contaminación plástica del ambiente, en este caso, de los océanos.
Fuente: “Scientists unveil bionic robo-fish to remove microplastics from seas” By Sofia Quaglia, The Guardian, News, Plastics, Wed 22 Jun 2022. https://www.theguardian.com/environment/2022/jun/22/
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