AGUA EN EL DESIERTO
Un reciente desarrollo de keniatas para keniatas está produciendo un nuevo equipo para retirar y condensar agua del aire aún en desiertos.
El desarrollo está basado en el concepto de que aún en las áreas más desérticas el aire contiene una pequeña cantidad de agua. Mediante un ingenioso proceso, el agua se captura circulando un gran caudal de aire del que se retiene el agua en sílica gel, condensándosela por refrigeración. El agua obtenida se la mineraliza para obtener los minerales necesarios para el consumo humano y si el aire contiene contaminantes, al agua se la somete a ósmosis inversa para evitar la proliferación de bacterias. Obviamente, para operar el equipo se requiere una considerable cantidad de energía, la que proviene de paneles solares en el equipo.
El concepto fue creado por Beth Koigi, fundadora de Majik Water junto con una científica ambiental canadiense, Anastasia Kaschenko, y la economista de Oxford, Clare Sewell. Dicen, orgullosamente, que es un desarrollo de mujeres keniatas para keniatas
Majik Water produce una variedad de equipos distintos, adaptados a cada necesidad, desde unidades hogareñas de 25 litros diarios a grandes unidades industriales con una capacidad 500 litros por día. Las unidades en funcionamiento en Kenya producen en total unos 200.000 litros de agua potable por día, cantidad suficiente para 1.900 personas.
El modelo de negocio de Majik Water depende del cliente, tomando en cuenta sus necesidades, ubicación y presupuesto. En áreas rurales es posible comprar un equipo mediante pagos a consumo, lo que permite – según Koigi – disponer de agua potable a un costo de U$0,01 por litro. Las suscripciones mensuales se adaptan mejor a clientes en áreas semiurbanas, tales como corporaciones u ONGs.
El desarrollo está basado en el concepto de que aún en las áreas más desérticas el aire contiene una pequeña cantidad de agua. Mediante un ingenioso proceso, el agua se captura circulando un gran caudal de aire del que se retiene el agua en sílica gel, condensándosela por refrigeración. El agua obtenida se la mineraliza para obtener los minerales necesarios para el consumo humano y si el aire contiene contaminantes, al agua se la somete a ósmosis inversa para evitar la proliferación de bacterias. Obviamente, para operar el equipo se requiere una considerable cantidad de energía, la que proviene de paneles solares en el equipo.
El concepto fue creado por Beth Koigi, fundadora de Majik Water junto con una científica ambiental canadiense, Anastasia Kaschenko, y la economista de Oxford, Clare Sewell. Dicen, orgullosamente, que es un desarrollo de mujeres keniatas para keniatas
Majik Water produce una variedad de equipos distintos, adaptados a cada necesidad, desde unidades hogareñas de 25 litros diarios a grandes unidades industriales con una capacidad 500 litros por día. Las unidades en funcionamiento en Kenya producen en total unos 200.000 litros de agua potable por día, cantidad suficiente para 1.900 personas.
El modelo de negocio de Majik Water depende del cliente, tomando en cuenta sus necesidades, ubicación y presupuesto. En áreas rurales es posible comprar un equipo mediante pagos a consumo, lo que permite – según Koigi – disponer de agua potable a un costo de U$0,01 por litro. Las suscripciones mensuales se adaptan mejor a clientes en áreas semiurbanas, tales como corporaciones u ONGs.
Fuente: “Like ‘Majik’: ThisKenyan Startup in Producing Clean Drinking Water from Thin Air” by SCARLETT BUCKLEY, https://sustainablebrands.com/read/product-service-design-innovation Published Aug 18, 2022.
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