LA AGRICULTURA ORGÁNICA TIENE LA CULPA

En un artículo (1) de George Monbiot, columnista del diario inglés “The Guardian”, los productos de granja que más dañan el ambiente son los bovinos y los corderos alimentados orgánicamente con pasturas naturales.

Obviamente, el columnista de un periódico tan prestigioso no puede arrojar semejante bomba sin justificarla de alguna manera.

La base de semejante opinión es que, citando al columnista, “el tema ambiental más importante es el uso de la tierra”. Opina que, “cada hectárea de tierra usada para alimentar las industrias extractivas es una hectárea que deja de albergar bosques silvestres, sabanas, humedales, pasturas naturales y otras actividades humanas”. Y añade que “la agricultura absorbe mucha más tierra que otras actividades humanas”.

En principio, no podemos negar estas afirmaciones como que tampoco negaríamos que es el hombre el causante de esos desequilibrios. Entonces, siguiendo esa premisa, eliminemos el hombre y se habrá resuelto el problema climático.

Tampoco podemos negar que en ciertas partes del mundo, como por ejemplo en las selvas vírgenes del Amazonas, se desforesta salvajemente para liberar tierras a la agricultura y la ganadería. Entonces, eliminemos completamente la agricultura y la ganadería. Estaría así resuelto el problema climático. Eliminemos la población mundial y no se necesitarán alimentos que tengan que ser producidos en la tierra. El mundo será así un vergel edénico tal como lo imaginó el Creador. Ah, pero, un momento! El Creador también creó al hombre. Entonces?

La realidad es que todo en esta vida tiene que hacerse respetando un cierto equilibrio. Cuál es ese equilibrio? Por supuesto que no hay una posición única, todo responde a un equilibrio entre costo y beneficio. (Perdón por estos términos tan caros a los principios del mercado).

En ciertas partes agrícolas del mundo se subsidia a los agricultores para que dejen vacante una cierta superficie. Hay mil razones para esto, pero la realidad es que la principal es una de mercados. El hambre en el mundo no ocurre por falta de alimentos, sino por problemas económicos de distribución. Si el autor del artículo comentado quiere buscar culpables, que los busque usando razones caras a sus propios principios progresistas, no en los agricultores. Y mucho menos en los métodos de la agricultura orgánica que apuntan a reclamar el pago de los costos ambientales a los verdaderos causantes de los desequilibrios.

(1) “The most damaging farm products? Organic, pasture-fed beef and lamb”, by George Monbiot, The Guardian, Food, Analysis, Aug. 16, 2022

https://www.theguardian.com/environment/2022/aug/16/most-damaging-farm-products-organic-pasture-fed-beef-lamb

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