ENERGÍA DE LA BASURA



MUCHA BASURA, BUENA ENERGÍA         (ENGLISH VERSION BELOW)
El mundo está luchando con la enorme cantidad de basura producida principalmente a partir del consumo domiciliario. Fuertes controversias se originan en las ciudades donde se intenta enterrar la basura generada en los centros superpoblados. Hasta ahora la mejor solución eran los rellenos sanitarios en los que los líquidos residuales podían ser – en el mejor de los casos – contenidos, con lo que se disminuye la contaminación del aire y del agua. Pero esta no es de ninguna manera la solución definitiva del problema. Las industrias y ciudades ambientalmente conscientes están haciendo su parte capturando el gas metano de la fermentación de los residuos orgánicos y usándolo para alimentar con energía sus instalaciones.


La industria está tratando de encontrar soluciones mejores que los anticuados rellenos sanitarios: el gas metano de la fermentación de la basura orgánica se usa como energía para hacer funcionar sus propias plantas de manufactura.  
Un interesante artículo en  SustainableBusiness (1) describe como la planta de ensamblado de Volvo en Virginia (EEUU)  usa el gas capturado de rellenos sanitarios para mover sus facilidades de manufactura. Junto con otras formas no convencionales de energía, la planta funciona un 100% a base de energía renovable.  
Desde noviembre del 2014 toda la electricidad de la planta de armado de Volvo en  New River Valley donde la empresa produce todos sus camiones para América del Norte, proviene del metano capturado de 13 rellenos sanitarios en la región.
"La basura del pasado es hoy el gas metano que alimenta nuestra planta”. Dice  Franky Marchand, Gerente General de la planta. Y gracias a un intenso reciclado la planta no manda ningún desecho a rellenos sanitarios. La captura del gas metano también mejora la calidad del aire local en hasta un 90%.
La planta de ensamblado de Volvo en Virginia recibió la certificación del Programa Superior Platino del Departamento de Energía de los EEUU – el máximo reconocimiento en los EEUU por las mejoras continuas en eficiencia energética.
Ya en el 2005 la planta de camiones de Volvo en Tuve, Suecia, fue la primera planta de producción de automotores libre de CO2 del mundo ( world's first CO2-free automotive plant), la que funciona con energía eólica y biocombustibles. La gerencia y empleados de la planta trabajaron juntos sobre iniciativas energéticas que resultó en el uso un 30% menor de energía (30% less energy) y un 70% menos de agua 70% para armar cada camión. Una idea innovadora sobre la que están trabajando ahora es la captura del calor de energía solar absorbida por las paredes exteriores.
Esto también prueba que el uso en las plantas de manufactura de la energía recuperada es solo uno de los objetivos de la Volvo.  La empresa ha estado también desarrollando un camión libre de emisiones (an emissions-free truck), y el año pasado desarrolló el software Volvo developed "I-See" software que disminuye en un 5% el consumo de camiones en largas distancias. Este software les permite funcionar prácticamente en auto-pilot.  
Volvo es un ejemplo que demuestra que la reducción del consumo de combustibles fósiles es posible, tanto en producción como en transporte. En materia de automóviles, Volvo está desarrollando autos eléctricos que no necesitan baterías (Volvo is developing electric cars that don't need batteries) porque los paneles de la carrocería se constituirán en una fuente de energía.  
Los rellenos sanitarios para deshacerse de la basura de las ciudades son un problema mundial. Para Argentina, por ejemplo, los rellenos sanitarios han sido no solo una pesadilla en la disposición de las 6.300 toneladas de basura diaria recolectada y desechada por día en la ciudad de Buenos Aires, sino también una ofensa para la vista y el olfato – y riesgo de salud - de los generalmente primitivos rellenos sanitarios en el interior del país. Aún cuando el gobierno de la Ciudad de la ciudad de Buenos Aires está haciendo un esfuerzo para reciclar 500 toneladas diarias de basura, el mejor uso de la misma, además del reciclado, sería convertirla en gas metano a ser distribuido por la red ciudadana actual de gas fósil para uso domiciliario, industrial y transporte.  El ejemplo de Volvo es algo para tener en cuenta no solo para la reducción del consumo de combustibles fósiles sino también para minimizar el problema de la montaña de basura que debe desecharse y de los consecuentes problemas sanitarios.
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BIG TRASH, GOOD ENERGY
The world is struggling with the enormous amount of trash produced, mainly from domestic consumption. Strong arguments are raised in the cities where trash produced in other overpopulated centers is dumped. Up to now, the best solution was sanitary landfills where effluents were caught somewhat diminishing air and water pollution. But this is by no means the final solution of the problem. Environmentally conscious industries and cities are doing their part collecting methane from fermentation of organic trash and using it to fuel their facilities.
Industry is trying to find a better solution than oldfashioned landfills: methane gas used as energy to power their own manufacturing plants. An interesting article in SustainableBusiness (1) describes how Volvo’s Virginia (USA) assembly plant is using methane gas captured from landfills to run the plant. Together with other forms of unconventional energy, the plant is running on 100% renewable energy.
As of November 2014, all the electricity used at Volvo's New River Valley assembly plant comes from methane gas captured from 13 landfills in the region. The company produces all its trucks for North America there.
"The trash of the past is the methane gas that fuels our plant today," says Franky Marchand, General Manager of the factory. And thanks to extensive recycling, the plant sends no waste to landfills.  Capturing methane also improves local air quality by as much as 90%.
Volvo’s Virginia (USA) assembly plant received certification from the US Department of Energy's Superior Energy Platinum program - the top US recognition for continuous improvements in energy efficiency. 
Back in 2005, Volvo Trucks' plant in Tuve, Sweden, was the world's first CO2-free automotive plant, running on wind and biofuels.  Plant management and employees have been working together on efficiency initiatives that have resulted in the use of 30% less energy - and 70% less water - to assemble each truck. One innovative idea they are acting on is producing heat by capturing solar energy absorbed on exterior walls.
This proves also that the use of recovered energy in the manufacturing plants is just one of Volvo’s objectives. It has also been working on  an emissions-free truck, and last year, Volvo developed "I-See" software that cuts fuel consumption by 5% in long-distance travel by trucks. It allows them to basically run on auto-pilot.  
Volvo is one example that points out that reducing energy from fossil is posible, both for production and transportation. For cars, Volvo is developing electric cars that don't need batteries because the body panels provide the power source.  
Landfills to dispose of citys’ trash are a world problem. For us in Argentina, landfills have been not only a nightmare for disposing of the 6,300 tons of trash collected and disposed of per day that the city of Buenos Aires generates, but also the mostly primitive landfills in the interior of the country, not only an eyesore for drivers, but mainly a health risk for the neighbouring towns. Although up to now an effort to recycle 500 tons of trash is being done, but the best use of trash, besides recycling, would be to turn it into methane to be distributed trhrough the existing network of fossil gas for domestic and industrial use and for car and truck fueling.  Volvo’s example is something to be kept in mind in order not only to reduce fossil fuel consumption, but also to get rid of the mounting trash that are a disposal and health problem.

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