AGRICULTURA ORGÁNICA: MÁS CONSUMIDORES, MENOS PRODUCTORES

Los alimentos orgánicos son cada vez más populares en los EE.UU., pero los agricultores no parecen estar muy convencidos de que los beneficios económicos que producen, en relación con los trabajos adicionales que requiere su certificación, lo justifiquen.

Según el USDA el número de nuevos agricultores que adoptan los métodos orgánicos bajó un 70% en los últimos 10 años. Las ventas generales de alimentos orgánicos ocupan el 6% del total de ventas de alimentos; pero solo el 1% de las tierras agrícolas de ese país se encuentran bajo producción orgánica, siendo la diferencia cubierta por productores orgánicos extranjeros.


La venta de productos orgánicos se duplicó en la última década, llegando hoy a 63 mil millones de dólares y tenderían a aumentar todavía un 5,5% este año. Aparentemente, los consumidores no se amedrentan por la diferencia de precios de los orgánicos, pero los productores no están convencidos de dar el salto y aprovechar el aumento de ingresos que les producirían los orgánicos.

La realidad es que son muchos los requisitos para lograr una certificación orgánica: nada de agroquímicos sintéticos, no usar la mayoría de las técnicas que a los productores convencionales les producen, los altos rendimientos convencionales, la complejidad de los registros necesarios que las certificaciones orgánicas requieren, el costo de las inspecciones y la tasa misma de la certificación, etc. Pero el mayor problema es el necesario entrenamiento tecnológico que requieren los agricultores que se pasan de convencionales a orgánicos.

En vista de la necesidad de impulsar a los agricultores al cambio el Departamento de Agricultura de los EE.UU. (USDA) destinó 300 millones de dólares para apoyar a los productores que deciden hacer el cambio a orgánicos y a afrontar el período de transición mínimo de tres años durante los cuales no solo deben entrenarse técnicamente para hacer el cambio “purgando” a la tierra de los productos no aceptados por la agricultura orgánica, sino que no pueden recibir la totalidad del diferencial de precios mientras afrontan la reducción de rendimientos causados por el cambio de técnicas productivas hasta que el predio alcance su nuevo equilibrio.

Es claro que hay para todos los gustos. Mientras muchos productores consideran que los beneficios que les aportarían los orgánicos no justifican el esfuerzo, otros, como un matrimonio de agricultores del centro del estado de Iowa, que dice que, a pesar de los métodos productivos orgánicos, algo más problemáticos, ellos, de todos modos, valorizan los simples beneficios y satisfacciones de su opción por el cambio, tales como los atardeceres "admirando y gozando de los cientos de las normalmente escasas mariposas Monarca que acuden en bandadas a su granja libre de pesticidas".

Fuente: “The weird state of organic farming in the U.S.: Consumers love it, but fewer and fewer farmers are converting”, BY Scott McFettridge (Associated Press), FORTUNE, September 22, 2022, (El extraño estado de la agricultura orgánica en los EE. UU.)

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