BATERÍAS: LITIO Y EL FUTURO
El corazón de un vehículo eléctrico y muchos otros dispositivos que deben funcionar temporalmente desconectados de una fuente de electricidad es, sin duda, la batería, y hoy la casi totalidad de esos dispositivos cuentan con una batería de iones litio.
El litio es un mineral no excesivamente abundante en la Tierra o que no es fácilmente obtenible en cantidades económicamente necesarias. Algunos de los principales yacimientos se encuentran en el triángulo del litio de Argentina, Chile y Bolivia y se prevé que para el 2030 la demanda va a superar la disponibilidad de litio, agravada por dudas emergentes de cuestiones políticas que afectarían la producción en esos países.
Dos nuevas leyes federales en los EEUU, el Acta de Reducción de la Inflación (IRA) del 2022, y el Acta de Inversión en Infraestructura y Trabajo del 2021 están volcando inmensas cantidades de fondos en promoción económica para el desarrollo directo o indirecto de vehículos eléctricos y sus complementos, una importante porción de la cual está dirigida a cuestiones concomitantes como, por ejemplo, desarrollo de métodos de obtención de litio y otros metales estratégicos de componentes de baterías y (porqué no?) el desarrollo de otros tipos de baterías que eviten el empleo de litio.
Todavía la forma más conveniente de producirlo es por evaporación al sol de un concentrado de sales minerales que subyacen bajo algunos salares, un método exasperantemente lento. Un artículo (1) menciona que seis empresas están esperando la respuesta del gobierno de Bolivia para explotar en conjunto uno de los yacimientos de litio más grandes del mundo en ese país por un Método de Extracción Directa (DEL) de litio que representaría un salto tecnológico en su producción.
Existen industrias norteamericanas tratando de desarrollar otras tecnologías de baterías para vehículos eléctricos incentivadas por los incentivos federales y orientados hacia una reducción de costos y, sobre todo, una densidad eléctrica y capacidad de kilometraje recorrido, a la vez de liberar a la industria de su dependencia de minerales importados. Pero la solución óptima del problema habitual de las baterías no se resolverá hasta que se encuentre una tecnología de acumulación de energía radicalmente nueva que evite las limitaciones de la tecnología actual.
El litio es un mineral no excesivamente abundante en la Tierra o que no es fácilmente obtenible en cantidades económicamente necesarias. Algunos de los principales yacimientos se encuentran en el triángulo del litio de Argentina, Chile y Bolivia y se prevé que para el 2030 la demanda va a superar la disponibilidad de litio, agravada por dudas emergentes de cuestiones políticas que afectarían la producción en esos países.
Dos nuevas leyes federales en los EEUU, el Acta de Reducción de la Inflación (IRA) del 2022, y el Acta de Inversión en Infraestructura y Trabajo del 2021 están volcando inmensas cantidades de fondos en promoción económica para el desarrollo directo o indirecto de vehículos eléctricos y sus complementos, una importante porción de la cual está dirigida a cuestiones concomitantes como, por ejemplo, desarrollo de métodos de obtención de litio y otros metales estratégicos de componentes de baterías y (porqué no?) el desarrollo de otros tipos de baterías que eviten el empleo de litio.
Todavía la forma más conveniente de producirlo es por evaporación al sol de un concentrado de sales minerales que subyacen bajo algunos salares, un método exasperantemente lento. Un artículo (1) menciona que seis empresas están esperando la respuesta del gobierno de Bolivia para explotar en conjunto uno de los yacimientos de litio más grandes del mundo en ese país por un Método de Extracción Directa (DEL) de litio que representaría un salto tecnológico en su producción.
Existen industrias norteamericanas tratando de desarrollar otras tecnologías de baterías para vehículos eléctricos incentivadas por los incentivos federales y orientados hacia una reducción de costos y, sobre todo, una densidad eléctrica y capacidad de kilometraje recorrido, a la vez de liberar a la industria de su dependencia de minerales importados. Pero la solución óptima del problema habitual de las baterías no se resolverá hasta que se encuentre una tecnología de acumulación de energía radicalmente nueva que evite las limitaciones de la tecnología actual.
(1) “Bolivia looks to opaque methods, firms to build lithium powerhouse”, by Ian Morse, Dec. 12, 2022, Mongabay Magazine. https://news.mongabay.com/2022/12/bolivia-looks-to-opaque-methods-firms-to-build-lithium-powerhouse/?utm_source=Mongabay+Email+Alerts&utm_campaign=e8aac35dc4-mailchimp_climate_weekly&utm_medium=email&utm_term=0_e1ea8b5f35-e8aac35dc4-77292370&mc_cid=e8aac35dc4&mc_eid=404b4a6257
Fuente: “For U.S. Companies, the Race for the New EV Battery Is On”, by Judith Lewis Mernit, dec. 20, 2022, Yale Environment360, https://e360.yale.edu/features/alternate-ev-battery-technology
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