El problema de las
malezas resistentes y tolerantes se agrava campaña tras campaña y las
proyecciones para 2015 son alarmantes: se estima que para ese año podrían haber
entre 6 y 7 millones de hectáreas con presencia de sorgo de alepo y 12 millones
de hectáreas con rama negra. No son las únicas malezas problemáticas, pero bien
valen esos ejemplos.
La
lista de malezas problemáticas es larga y parece ampliarse año tras año.
"Las malezas más complicadas por su resistencia son sorgo de alepo, lolium
multiflorum y perenne, echinocloa colona dentro de las resistentes y conyza
bonariensis (rama negra), borreria verticillata (botoncito blanco), gomphrena
pulchella y perennis (siempre viva del campo y yerba del pollo,
respectivamente), chloris spp y trichloris spp", graficó Luis Eduardo
Lanfranconi, del INTA Río Primero y profesor titular de la cátedra de
protección vegetal de la Universidad Católica de Córdoba.
No es el único experto que cataloga de esta
manera el cuadro actual. "La situación está peor", señala Ignacio
Olea, de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, quién se
hace una pregunta oportuna: "¿El país está contemplando este problema en
términos de su futuro impacto macroeconómico?" En algún momento la
Argentina tendrá que empezar a buscar una respuesta para esta pregunta que
formula el técnico.
En este contexto,
Martín Marzetti, gerente del programa REM (Red de Conocimiento en Malezas
Resistentes) de Aapresid (Asociación Argentina de Productores en Siembra
Directa), trazó un panorama sobre el grado de propagación de las diversas
malezas, y sobre el sorgo de alepo resistente a glifosato, Marzetti afirmó que
"avanza desde Salta hacia el Sur y ya llega al centro de Buenos
Aires". Por su parte, "raigrás resistente a glifosato avanza de Sur a
Norte y ya hay en el norte de Buenos Aires, sur de Santa Fe y Entre Ríos"."La principal maleza que nos preocupa y
no hemos encontrado método de control hasta el momento es la borreria
verticillata", dijo Según Diego Sánchez Granel, director de Man Agro, una
empresa con base en Pergamino. “Hay una extensa lista de malezas donde se
necesitan dosis altas de glifosato y sólo encontramos buenos controles con el
2,4 D éster", expresó, agregando que "el 2,4D éster es indispensable
para controles de rama negra, sobre todo para la camada difícil de fines del
invierno", aseveró.Recientemente, Sánchez Granel vio en los
Estados Unidos la soja resistente al 2,4 D y considera que es una tecnología
que "ya la estamos necesitando" para la Argentina.En
Santiago del Estero, borreria está en auge.
A todo
esto, dice el gerente del programa REM de Aapresid, que el amaranthus
quitensis [yuyo colorado] en el sur de Córdoba está presentando problemas de
control con glifosato y también con herbicidas ALS [imidazolinonas,
sulfonilureas] ."Se encontró también amaranthus palmeri
en el sudoeste de Córdoba. Es un problema gravísimo en los Estados Unidos y
hasta el momento no se sabía que también había en la Argentina", explicó.
Desde Aapresid piden estar atentos al tema
malezas por su explosivo crecimiento. "La superficie con tolerantes y
resistentes sigue creciendo a año a año. Por otro lado, cada año sumamos al
menos una nueva maleza resistente, lo que agrava la situación. Este año se
confirmaron cynodon hirsutus (gramilla dulce) en el centro de Córdoba, raphanus
sativus (nabón) en el sudeste bonaeresne y recientemente eleusine indica (pata
de ganso) en el centro de Córdoba", alertó Marzetti.
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