PRÓXIMA REGULACIÓN ORGÁNICA EUROPEA

ACCESO AL MERCADO ORGÁNICO Y EQUIVALENCIA   (ENGLISH VERSION BELOW)
Seguimos batallando contra la obtusa mentalidad burocrática internacional que no admite siquiera considerar las sugerencias de los organismos privados al momento de establecer normas racionales que regulen la actividad orgánica (y otras también)

Image: comercio internacional: eumednet.com
Hace casi un par de décadas quien esto escribe, encontrándose en una de las muchas reuniones técnicas del grupo de certificadoras acreditadas de IFOAM, apoyó enfáticamente la queja de que el entonces habitual sistema de verificación de garantía de calidad orgánica que se basaba en exigir el estricto cumplimiento de las normas específicas de cada país y, en muchos casos, de cada certificadora, solo producía engorros en la certificación. Ese sistema funcionaba ignorando por una parte las diferencias propias de las unidades productivas, y por otra aquellas otras diferencias poco significativas – y muy frecuentemente empíricas - entre los detalles de cada norma, lo cual no parecía muy racional.  Afirmábamos en esa ocasión que ese sistema era contrario al progreso de la agricultura orgánica y completamente entorpecedor del comercio internacional de sus productos.
Efectivamente, analizando las diferencias entre algunas de esas normas se llegaba a la conclusión de que ellas no explicitaban necesariamente ningún apartamiento significativo respecto de los principios de la producción orgánica, y que por lo tanto el conjunto de esas normas podían considerarse equivalentes entre sí.
De allí surgió lo que en un primer lugar fue un convenio de aceptación mutua de las normas de las certificadoras firmantes (todas ellas acreditadas por IFOAM). Este principio constituyó, después de años de estudio y discusión y un largo proceso, la base de lo que es hoy la Familia de Normas de IFOAM.  “En el centro del trabajo efectuado se encuentra la larga cruzada por el acceso al mercado orgánico. Las normas orgánicas, los esquemas de certificación y regulaciones globales tienen que asegurar la integridad orgánica, y para eso es que las tenemos. Pero eso tienen que conseguirlo de forma tal que no creen innecesarias barreras al comercio orgánico y que respeten las diferencias regionales. El concepto clave que estamos defendiendo es el de EQUIVALENCIA” (1)
La lucha permanente de IFOAM en pos de este objetivo lleva a ese organismo a hacer propuestas interesantes que, en vista de la psicología actual de los redactores de normas, especialmente los gubernamentales, pueden parecer atrevidas.
Por ejemplo, se acaba de desarrollar un conjunto de documentos “para los gobiernos que quieran empezar a mejorar ciertos aspectos de sus regulaciones orgánicas. Contiene muchos documentos y referencias incluyendo la nueva ‘Matríz de Regulación para países con un sector orgánico emergente’, desarrollado por IFOAM – Organics International. Así,en lugar de empezar de cero los países que estén desarrollando una regulación orgánica pueden usar esta matriz, adaptándola a sus propias necesidades locales. .. Los documentos en esta matriz ofrecen soluciones listas a los gobiernos para que adopten políticas de importación y muchas otras políticas de mejores prácticas basadas en la EQUIVALENCIA” (1).
Decimos que la propuesta parece un poco atrevida, pues ¿cómo se atreve un organismo privado a proponer a un gobierno “empezar a mejorar ciertos aspectos de sus regulaciones orgánicas”?  Cómo es posible pensar que las partes interesadas privadas pueden sugerir algo a las autoridades? Los privados tendrán mucha experiencia práctica, pero cómo se atreven a pisar la ‘quintita’ gubernamental que es la única poseedora de la autoridad? Qué es la realidad frente a la sacrosanta autoridad gubernamental? Quién mejor que ‘papá gobierno’ para proteger a la comunidad de los intereses particulares de los privados? Quienes son los privados para conocer mejor cómo manejar su realidad que el gobierno?
Así, pues, de esta deformación de la realidad surgen normas difíciles – a veces imposibles – de aplicar en la práctica. Surgen engorrosos procedimientos de evaluación y acreditación que, lejos de proteger a la comunidad – que es generalmente más capaz de defenderse a sí misma mejor que lo que podrían hacerlo los enroscados procedimientos burocráticos – complican innecesariamente a productores, operadores y certificadoras y solo entorpecen el comercio tanto local como internacional.
Lamentablemente, la petulancia gubernamental es una inevitable característica psicológica de las sociedades y nos quedan pocas esperanzas de modificarla en un plazo no muy largo.
Pero no perdamos las esperanzas. Quizás algún día los individuos habremos madurado lo suficiente como para hacer que nuestros gobiernos acepten que no son infalibles y que algunas propuestas que vienen del exterior de su esfera de acción puede que sean lo suficientemente valiosas como para tenerlas en cuenta.
Así, pues, sugerimos modestamente que las autoridades de la UE en esta ocasión en que se está proponiendo una nueva redacción de su norma orgánica, quieran echar un vistazo a las propuestas de colaboración que hace insistentemente el grupo Europeo de  IFOAM, el que representa al mayor conjunto de experiencia de la realidad orgánica de ese continente, y así no desaprovechar esta oportunidad quizás única de mejorar un marco regulatorio que influirá inevitablemente en la actividad orgánica de todo el mundo. 

(1) THE CRUSADE TO MAINTAIN ORGANIC MARKET ACCESS, Joelle Katto-Andrighetto (IFOAM Organic Guarantee System, en The OGS Courier, Nº 20, Marzo 2015.  Artículo original (en Inglés):  http://www.ifoam.bio/sites/default/files/ogscourier_march2015_web.pdf?utm_source=Inside+BEFORE+Outside&utm_campaign=ed541f415c-OGS_Courier_March_2015_to_Inside&utm_medium=email&utm_term=0_c943c01c6f-ed541f415c-88052093 
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ACCESS TO THE ORGANIC MARKET:  EQUIVALENCE
We continue fighting against the obtuse mentality of the international bureaucracy that does not even consider suggestions of the prívate organisms at the time of establishing rational norms to regulate the organic activity (as well as others). 
Almost a couple of decades ago the author of this comment, while at one of the technical meetings of the group of IFOAM accredited certifiers, emphatically supported the complaints against the then usual system of verification of organic quality guarantee based on compliance of the specific norms of each country – and even of each certification body – that only led to hassles in certification. That system functioned ignoring the differences propper to each production unit and, on the other side, the scarcely significant differences – often empirical - between details in each standard. This seemed not too rational and we claimed that such a system was hindering the advance of organic agriculture and trade.
Indeed, analyzing the differences between some of those standards it was evident that those differences did not necessarily involved any significant departure from the principles of organic production. Therefore, that group of standards could easily be considered to be equivalent and an agreement for the mutual acceptance among the standards of the signatory certification bodies was established. This concept led, after years and a long process of studies and discussions, to the essence of the IFOAM Family of Standards.
“At the center of our work is the longterm crusade for organic market access. Organic standards, certification schemes and regulations worldwide need to ensure organic integrity: that is why we have them. But they need to do so in a way that does not create un-necessary technical barriers to organic trade, and that respects regional differences. The key concept that we are defending to achieve this is EQUIVALENCE.  (1)
IFOAM incessant work towards this objective lately generated some interseting proposals that, considering the psichology of the standards writers, specially governmental standards writers, could be conceived as daring.
For example, “to advocate for better government regulations IFOAM – Organics International is currently developing a toolkit for governments that want to start regulating their organic sector, or that want to improve certain aspects of their organic regulation. The toolkit contains many documents and references including the new “Regulation Template for countries with an emerging organic sector” developed by ‘IFOAM - Organics International’. Now, rather than starting from zero, countries developing an organic regulation can use this template and adapt it to their own local needs. The policy briefs, reference norms and templates in this Toolkit offer off-the-shelf regulatory solutions for governments to adopt equivalence-based import policies and many other policy best practices based on EQUIVALENCE”  (1).
We say that such a proposal seems to be a little bit too daring because ¿how come a prívate organism dares to propose means to a government “to improve certain aspects of their organic regulation”?  How is it posible to conceive that prívate stakeholders can make any suggestion to the governmental authorities? Private stakeholders may have all the practical experience they may claim to have, but how they dare to step on the government’s turf, the exclussive owner of authority? What does reality mean for the sacrosanct governmental authorities? Who can protect communities from the prívate interests, better than “daddy government”? How can prívate stakeholders know better than government how to manage their own reality?
This distortion origínates norms that are difficult– some times imposible - to implement  in practice. Cumbersome evaluation and accreditation bureaucratic procedures far from protecting the community – that is generally capable of protecting itself better than the twisted bureaucratic procedures – they complícate un-necessarily the work of producers, processors and certifiers, just hindering trade, both local and international.
Unfortunately, the govermental’s opinionated nature is an inevitable psychologic characteristic of societies, and it will not be modified shortly.
But let’s not be discouraged. May be some day us idividuals will mature enough to force governments away from infallibility and they may conceivce that some of the proposals from outside their enclosure are sufficiently valuable to be taken under consideration.
In the mean time, we humbly suggest the EU’s authorities glance at the collaboration proposals that insistently the IFOAM European group that represent the largest set of combined practical organic experience in the continent is offering. If they do, this perhaps unique opportunity to improve a regulatory frame that will inevitably influence the organic activity of the whole world will not be lost. 

(1) THE CRUSADE TO MAINTAIN ORGANIC MARKET ACCESS, Joelle Katto-Andrighetto (IFOAM Organic Guarantee System), in The OGS Courier, issue Nº 20, March, 2015. Original article:  http://www.ifoam.bio/sites/default/files/ogscourier_march2015_web.pdf?utm_source=Inside+BEFORE+Outside&utm_campaign=ed541f415c-OGS_Courier_March_2015_to_Inside&utm_medium=email&utm_term=0_c943c01c6f-ed541f415c-88052093  

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