IMPLANTES MAMARIOS: ADVERTENCIAS



CONTROVERSIA EN IMPLANTES MAMARIOS  (de un artículo  DID MY FAULTY BREAST IMPLANTS KILL MY DARLING DAUGHTER?’ en el London Daily Mail, del Reino Unido, Mayo 23, 2013, citado en EHN Children's Health [childrens_health@newsletters.environmentalhealthnews.org]) de esa misma fecha)  ENGLISH VERSION BELOW
 
Los implantes de pechos son el procedimiento cosmético más popular entre las mujeres Británicas, mayormente por razones estéticas, pero también para la reconstrucción de pechos después de una cirugía.

Sin embargo los implantes se han visto envueltos en una controversia el año pasado después de escándalos con prótesis PIP (prótesis poliméricas) producidos por una compañía Francesa (Poly Implant Prothèse) en los que se detectó que contenían silicona de grado industrial aprobadas para su uso en colchones y cojines pero que mostraban posibilidades de ruptura del 15 al 30 porciento
La compañía – hoy cerrada – exportó a aproximadamente 60 países del mundo. Unas 42.000 mujeres en Gran Bretaña recibieron esos implantes.

Las principales preocupaciones se expresan sobre un producto químico que contienen las PIP de siliconas conocido como D4 que ha sido identificado como un disruptor endócrino que podría dañar potencialmente el desarrollo del feto en el vientre materno.
‘Se sabe que los disruptores endócrinos tienen amplios efectos sobre el feto y existen relaciones con enfermedades, incluyendo el cáncer, si bien aún no se ha investigado suficientemente al respecto”, dice la propulsora de campañas ambientales Británica Dr Victoria Martindale en un informe publicado conjuntamente con Andre Menache, director de la organización de protección al consumidor Antidote Europe. El ‘D4 está asociado al desarrollo del cerebro y del sistema nervioso. Si un implante se rompe – y recordemos que algunas mujeres experimentan una ruptura silenciosa y no se dan cuenta de que sucedió – podría afectar a todos los sistemas del cuerpo. ‘Dado que la gran mayoría de las personas que llevan estos implantes son mujeres de edad reproductiva hay un deber público de investigar el tema adecuadamente’.

Si bien un vocero del Departamento de Salud (de Gran Bretaña) informó acerca de la posición oficial del Gobierno’apoyando las conclusiones del informe original y quieren asegurar a las mujeres que los implantes PIP no presdentan riesgos para la salud significativamente incrementados’, otros expertos, en cambio, piden se lleven a cabo investigaciones más detalladas sobre los riesgos potenciales de esos implantes.

Rajiv Grover, presidente de la  British Association of Aesthetic Plastic Surgeons Asociación Británica de Cirujanos Plásticos Estéticos), puntualizó que algunos cirujanos plásticos al retirar implantes PIP informaron acerca de signos de inflamación en el tejido mamario, algo que no notaron en el caso de otros implantes. ‘Algo los diferencia, no hay dudas, y lo que dice el gobierno no lo explica’, insiste. También agrega que las investigaciones del Gobierno han estado basadas en implantes PIP sin usar y no en aquellos que han sido retirados de las mujeres.

 Del otro lado, sin embargo, otros temen que el informe esté causando ansiedad innecesaria. El Dr Karol Sikora, un oncólogo de nota y director médico de Cancer Partners UK, dice: ‘Solo porque la silicona de grado industrial pueda contener compuestos que podrían afectar a las hormonas, no hay absolutamente evidencia de que efectivamente lo haga’. ‘Las cantidades serían muy pequeñas y en todo caso la placenta es un gran filtro que protege al bebé de químicos tóxicos

No obstante, una cosa en la que todos concuerdan es la necesidad de regulaciones más estrictas sobre cirugía plástica e implantes para asegurar que ese escándalo no se vuelva a repetir.


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CONTROVERSY ON BREAST IMPLANTS. (From an article ‘DID MY FAULTY BREAST IMPLANTS KILL MY DARLING DAUGHTER?’ in  London Daily Mail, United Kingdom, May 23 2013, cited in EHN Children's Health [childrens_health@newsletters.environmentalhealthnews.org])


Breast enhancements are the most popular cosmetic procedure among British women, mostly for aesthetic reasons, but also to reconstruct breasts following surgery.

They were, however, plunged into controversy last year following the PIP breast implant scandal.
Implants made by the French company Poly Implant Prothèse were found to contain industrial-grade silicone approved for use in mattresses and cushions and known to have a 15 to 30 per cent chance of rupturing.
The company, which has now folded, exported to approximately 60 countries around the world, with 42,000 women in Britain estimated to have received the implants

Particular concerns are raised over a chemical in PIP silicone called D4, which has been identified as having endocrine-disrupting properties, meaning it could potentially affect the development of a foetus in the womb.
 ‘Endocrine disruptors have been shown to have widespread effects and there are links with diseases including cancer but not enough investigation has been done,’ says British environmental campaigner Dr Victoria Martindale in a report published this week co-authored with Andre Menache, director of consumer protection organisation Antidote Europe. ‘D4 is associated with the development of the brain and the nervous system. If an implant ruptured - and remember some women have a silent rupture, and don’t even realise it’s happening - it could affect every system in the body.
‘Given that the vast majority of  people who have these implants were female of reproductive age, there is a public duty to properly investigate.’

Indeed, a spokesman for the Department of Health this week repeated the Government’s official position: ‘We stand by the conclusions of the original report and want to reassure women that PIP implants do not pose a significantly increased risk to health.’

But other experts support the call for more detailed research into the potential risks.

Rajiv Grover, president of the British Association of Aesthetic Plastic Surgeons, says surgeons removing PIP implants have been reporting signs of unusual inflammation in breast tissue, unlike anything they have seen with other implants.‘Something is different, no question, and what the Government has said does not explain that,’ he insists. He is also concerned that the Government’s research was based on unused PIP implants rather than those that had been removed from women.

Others, however, fear the report is causing unnecessary anxiety. Dr Karol Sikora, a leading oncologist and medical director of Cancer  Partners UK, says: ‘Just because industrial-grade silicone could contain compounds that could affect hormones, there’s absolutely no evidence that it does’.‘The amounts would be very small and in any case, the placenta is a great filter for protecting the baby against toxic chemicals.’

One thing, however, that everyone agrees on is the need for tighter regulation of cosmetic surgery and implants, to ensure such a scandal is never repeated.

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