EUROPA: MODA RÁPIDA Y ECOLOGÍA
La “moda rápida” (fast fashion) aporta altos equivalentes de CO2 a la atmósfera y Europa está tratando de ponerle un freno. La moda rápida responde a los deseos de una comunidad de usuarios más o menos afluentes que usan las prendas solo unas pocas veces y las descartan. Según la Agencia Ambiental Europea, las emisiones causadas por las prendas en la UE ocupan el cuarto lugar en impactos ambientales y climáticos, solo superados por los alimentos, la edificación y los transportes. En la UE el consumo per cápita de indumentaria usa 9 m3 de agua, 400 m2 de tierra, 391 kg de materias primas y causa una huella de carbono de 270 kg. (Por persona y por año) Las autoridades de esa unión de países están proyectando una estrategia de textiles sustentables ( sustainable textiles strategy ), apuntando a que la indumentaria sea producida y usada de manera sustentable, que sean más durables, más usables, de reparación más fácil y que finalmente sean reciclables. Los fabricantes tendrán que as