EMPRESAS Y SUSTENTABILIDAD: CÓMO MEDIRLA

El número de empresas que prometen acciones climáticas está creciendo vertiginosamente. En este momento hay 5.235 empresas que se comprometen a lograr emisiones cero en pocos años, cuando hace muy poco tiempo que casi no había ninguna.

Sin embargo, analizando en detalle las propuestas climáticas de esas empresas se ve de inmediato, que muchas de esas propuestas casi carecen de detalles de lo que están haciendo realmente para lograr esa emisión cero, y que el “green washing” está a la orden del día.

Son variados los métodos de la simulación de ser “no emisores” o de estar haciendo esfuerzos para realmente disminuir sus emisiones. Entre ellos está la compra de bonos de carbono que les permite contabilizar que disminuyen el carbono atmosférico sin que en realidad disminuyan las emisiones que ellos mismos producen. O que logran ese barniz ecológico promoviendo plantaciones de árboles, pero sin modificar sus procedimientos industriales para efectivamente reducir sus emisiones. Otro método favorito de simulación es la contabilización creativa de su reducción de emisiones por medio de la doble denuncia en el cálculo de su real magnitud.

Este panorama de simulación se ve complicado por la variedad de métodos diferentes de cálculo y medición de la pretendida disminución de las emisiones. Obviamente, esta situación imposibilita hacer comparaciones de resultados entre empresas. Para solucionar estos problemas hace un tiempo que los distintos países empezaron a tratar de estandarizar las informaciones que las empresas brindan sobre las acciones reales que llevan a cabo y el método uniforme de medir y cuantificar esas emisiones.

Los inversores y accionistas de las principales empresas del mundo están exigiendo en sus directorios que se lleven a cabo acciones climáticas cuantificables, y para esto es indispensable la estandarización de la información sobre la magnitud de su comportamiento climático. Para empezar, las declaraciones de acciones relacionadas a ese su comportamiento climático deben ser más detalladas y más consistentes.

Las regulaciones que se están implementando a nivel internacional no especifican qué es lo que las empresas tienen que hacer para reducir sus emisiones, pero se está avanzando en los requisitos de parámetros de cuantificación basados en consensos específicos entre el sector financiero, la industria y la comunidad regulatoria sobre qué métricas requerir en las declaraciones legales y contables de las empresas. Y para esto es necesario tener en cuenta los límites de lo que será posible conseguir en materia regulatoria, sin perder de vista la urgencia en controlar el tema climático que cada vez en más casos está llegando a puntos de no retorno.

Fuente: “Silver lining to SEC's tardiness on climate rules”, by Kate Mackenzie, Bloomberg Green, Stranded Assets, Mar.22, 2022

 

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