UN CAMINO HACIA LOS BIOPLÁSTICOS

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Los materiales plásticos son la bendición y la maldición de la humanidad. Bendición porque algunas de sus características permitieron solucionar un universo de necesidades del hombre, imposibles de lograr con otros materiales. Una maldición porque una de sus virtudes más notables, su resistencia e inmunidad a los agentes químicos, físicos y biológicos, es también uno de sus principales defectos ya que los hace prácticamente eternos, polucionando el ambiente mucho más allá de lo aceptable.

Isla de plásticos en el mar.

Desde hace décadas se está buscando una forma práctica, económica y sustentable de descomponerlos completamente sin causar problemas concomitantes. En este sentido muchos científicos piensan que la solución está en que los monómeros sean cadenas de polímeros de origen vegetal – por ejemplo los almidones y los polisacáridos naturales – que pueden llegar a descomponerse biológicamente dando productos sin los perjuicios de los polímeros de origen fósil. En este sentido, son numerosos los productos biosintéticos notables que se han venido obteniendo. Pero con un par de graves obstáculos: el primero, los costos de producción frente a los costos de síntesis y producción de los polímeros de origen fósil; el segundo, sus largos períodos de biodegradación, sea en los rellenos sanitarios, o en el mar.

Una empresa Australiana, Great Wrap, está desrrollando un film plástico en base a un grupo crecientemente ampliado de biopolímeros, los polihidroxialkanoatos (PHA) derivado de bacterias, con los que pueden crearse muchos diferentes tipos de plásticos. Lo más importante es que estos plásticos son completamente biodegradables en la mayoría de los ambientes y, por lo tanto, son atractivos para la producción de plásticos no retornables. Su acción sobre el ambiente es mínima, terminando su biodegradación en muy pocos meses en un compost útil en los suelos.

Los primeros usos de este tipo de plásticos fueron el film de uso doméstico y, con un mayor espesor, los films para envolver pallets para el transporte de mercaderías, típicos productos de un solo uso.

El polímero PHA puede producirse a partir de la fermentación de materiales orgánicos como papa, casava, algas marinas, residuos de la ganadería, aguas servidas y residuos de la industria maderera y forestal, y también a partir de desechos biológicos como alimentos de descarte. Su biodegradación inicial conduce más o menos rápidamente a un producto biodegradado sin los residuos perjudiciales de los plásticos de síntesis producidos a partir de productos de origen fósil.

Great Wrap está convencida de que la supremacía del PHA en el escenario de la ciencia de los materiales del mundo es solo cuestión de tiempo. La empresa está embarcada en un proyecto de desarrollo corporativo de magnitud y prevén que eventualmente sería potencialmente posible reemplazar la totalidad del plástico para no más allá del año 2030.

Sin embargo, aún convencidos de su potencial, todavía el PHA no es una panacea; hay todo un gran proceso de desarrollo por delante. Por el momento la velocidad de su degradación depende de la masa de los productos plásticos desarrollados a partir del PHA, su densidad, las cargas inertes necesarias, y otros factores como el tipo de suelo, temperatura, etc. Así que todavía va a seguir habiendo necesidad del reciclado de los productos desechados, y el dejar de producir el desastre ecológico global actual de los desechos plásticos en tierra y mar va a seguir dependiendo de la concientización del consumidor. 

Fuente: “This startup shows that tackling the plastic crisis may not be a dtetch”, by Christian Yonkers, Sustainable Brands, Sep 8, 2022, https://sustainablebrands.com/read/waste-not

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