CÓMO PROMOCIONAMOS LOS ORGÁNICOS


EDITORIALES

 LOS ALIMENTOS ORGÁNICOS SON O NO SON MÁS SANOS?
ENGLISH VERSION BELOW


 stanfordentrance.jpg; sanfrancisco.about.com. wikipedia


En estos días en el seno del MAPO se originó un interesante intercambio de opiniones acerca del controvertido artículo 'Organic Food is 'Not Healthier'(Los Alimentos Orgánicos No Son Más Sanos) sobre trabajos de la Universidad de Stanford, California, EEUU. Este artículo relativo a un estudio de la mencionada Universidad sobre productos orgánicos, originó las conclusiones que se reflejan en el título. Los ensayos fueron acerca, fundamentalmente, de los aspectos nutricios y organolépticos de los alimentos orgánicos comparados con los convencionales.

En un excelente artículo escrito el 5 de setiembre, Rob Sexton, de la Soil Association, citado por el newsletter del 13/9 de Oneco Editorial Board [newsletter@oneco.biofach.de] critica que, después de decir que los alimentos orgánicos No Son Más sanos, los autores del estudio hayan mencionado que “quizás” reduzcan las posibilidades de ingerir pesticidas o bacterias resistentes a los antibióticos. Como si estas dos cualidades no calificaran, de por sí, a estos los alimentos como “Más Sanos”.   

Si los autores se limitan a aspectos nutricios, efectivamente, quizás tengan cierto grado de razón, puesto que los muchos trabajos de investigación llevados a cabo desde hace años respecto de la calidad nutricia de los orgánicos, no son, ciertamente conclusivos ni en pro ni en contra.

Pero cuando se habla de “Más Sanos” deberían aclarar a qué se refieren con “Más Sanos”. Que los convencionales cumplan los límites bromatológicos, no invalida que aquellos que, como los orgánicos,  que contienen a lo sumo la mitad de esos valores límite, no sean más sanos. Y, por otra parte, si seguimos aplicando los criterios de la agricultura industrializada e ignorando los cambios planetarios que están ocurriendo, nuestra salud ciertamente no lo va a ignorar.

El problema es que desde sus comienzos el movimiento orgánico mundial promocionó sus productos en base a su calidad nutricia y organoléptica como los elementos más sensibles y directos al público consumidor. Y ese error lo seguimos comentiendo. Lamentablemente, esas son las categorías científicamente menos defendibles.

Pero la filosofía orgánica no se basa solo en que los productos tengan o no mejores cualidades nutricias o que lleven más o menos pesticidas. Un alimento, para merecer el nombre de alimento debe ser genuino y cumplir con determinados parámetros bromatológicos, sea orgánico o no.

La filosofía orgánica responde a cuatro principios fundamentales como los define IFOAM: el principio de salud, el principio de ecología, el principio de justicia y el principio del precaución. Pero nosotros los orgánicos, en nuestros esfuerzos de promoción, nos hemos apoyado casi exclusivamente en resaltar los elementos más notables de uno de esos principios: la salud. Y propalamos a quien nos quiera oir, que siendo naturales son más sabrosos, más nutritivos y que no tienen pesticidas.  

Y… Qué pasa con el principio de la ecología, por ejemplo? Qué hemos hecho para investigar, medir y promocionar la sustentabilidad, la biodiversidad, la huella de carbono, el uso eficiente de energías alternativas, la defensa de las fuentes de riqueza y su explotación racional, etc. Qué pasa con el principio de justicia? Qué hemos hecho para demostrar y publicitar que no se puede llamar orgánico a un producto obtenido en base a arrasar las selvas que son el único recurso de vida de poblaciones primitivas. Con una mano en el corazón ¿podemos decir que no permitimos que un producto lleve la categoría de orgánico aún si el productor atiende con un solo ojo al cumplimiento de sus obligaciones laborales y sociales? Y que las verificamos? ¿Hacemos hincapié en que el orgánico implica a la vez comercio justo, prácticas comerciales éticas y una razonable distribución de los beneficios?

¿No es cierto que cada vez que un consumidor no conocedor de lo orgánico nos pregunta qué es un alimento orgánico lo primero que le decimos es que “no usa pesticidas”? A lo sumo agregamos que “no emplea agroquímicos”. Sí, efectivamente, eso es cierto y es de la mayor importancia, pero está a años luz de ser la única realidad, y ni siquiera la más importante de la filosofía y la práctica orgánica.

Pero eso sí, es la más fácil de certificar…

Después nos rasgamos las vestiduras cuando nos dicen que los productos orgánicos no son mejores que los convencionales y que se trata solamente de un ardid para embaucar incautos.

Este Editor sugiere la lectura del artículo de Rob Sexton quien agrega una aguda postdata al concluir:

P.S. Es interesante ver que la propia política alimentaria de la Universidad de Stanford la compromete a servir un 40% de alimentos orgánicos o locales. Haz lo que yo digo pero no lo que yo hago?   


Jorge Casale, Editor, Allorganics21 Noticias
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

EDITORIALS

THE ORGANIC FOODS ARE OR ARE THEY NOT ‘HELATHIER’?


 stanfordentrance.jpg
;
sanfrancisco.about.com. wikipedia

In these days within MAPO (Argentine Movement of Organic Production) an interesting exchange of opinions was generated by the recent article 'Organic Food is 'Not Healthier' describing a study of Stanford University that concluded what the title of the article implies. The study was made mainly on nutritional and organoleptic qualities of organic foods suggesting that they are no better than conventional foods.

On Sep. 5, 2012, an excellent article by Rob Sexton (cited in Oneco Editorial Board [newsletter@oneco.biofach.de]; Sep. 13, 2012)  the author criticizes the title of the article, considering that the researchers also recognized that organic foods may reduce the possibiities of ingesting pesticides or antibiotic resistant bacterias. As if these two qualities do not qualify on their own, to call organic foods “Healthier”.  

If the researchers limited themselves to study the nutritional aspects of organic foods, they might have some amout of reason, since many research works conducted during decades on the nutritious qualities of organic foods did not shed much light on the subject whether positive or negative.

But if they talk about “healthier” products, they should clarify what do they mean by that. Even if the conventional foods comply with the oficial food quality limits, this does not mean that organic products with less than one half of those limits are not “healthier”. And, besides, if we continue applying the criteria of industrial agriculture ignoring the planetary changes that are occurring, sooner or later our health will certainly resent them. 

The problem is that since its beginning, the organic movement tried to promote its products based on the nutritious and organoleptic qualities as the most sensitive and direct elements impacting consumers. And we continue doing it. Unfortunately, these are the less defensible categories.

But the organic philosophy is not based only on the fact that its products have more or less nutritious qualities or that they carry less pesticides. Any food, organic or not, in order to qualify as food, must be genuine and must comply with certain food quality parameters.

The organic philosophy is based in four basic principles as described by IFOAM: the principle of health, the principle of ecology, the principle of fairness, and the principle of care. But promoting the movement we have based ourselves almost exclussively in pointing out the most notable elements of just one of the principles: the principle of “health”. And spread around to whoever wanted to listen to us that they are more flavorful, nutritive and do not have pesticides. 

But… what about the principle of ecology, for example? What have we done to investigate, gauge and promote the advantage of organic production in terms of sustentability, biodiversity, carbon footprint, efficient use of renewable energies, the defense of the sources of wealth and their rational exploitation, etc. What about the principle of fairness? What have we done to demosntrate that it is not possible to call a product organic if obtained slashing and burning the forests that are the lievelyhood of native populations. Can we honestly say that we do not allow to call organic a product from a producer that only complies half way labor and social laws? And that we do verify them? Do we underscore that organic implies fair trade, ethical commercial practices and a reasonable distribution of benefits?

¿Isn’t it true that every time a consumer asks us what an organic product is we right away respond that it is produced “without the use of pesticides”?  At the most we add that “agrochemicals have not been used”. Yes, indeed, those things are correct and of the utmost importance. But it is eons away form the only reality, and not erven the most important aspect of the organic philosophy and practice.

But, of course, these are the easiest things to certify… and the most difficult to prove.

We do get angry when people say that organic products are not better than conventionals, and that  it is nothing but a gimmick to cheat dupes.

This Editor suggests Reading Rob Sexton’s full article, with a very acute post datum: “As an aside, it is interesting to see that Stanford University's own food policy is to commit to serving 40% organic or regionally grown food. Do as I say, not as I do?”


Jorge Casale, Editor of Allorganics21 News.

Comentarios