CONTABILIZANDO LOS COSTOS AMBIENTALES
VALOR
DE LAS FUNCIONES AMBIENTALES, ASIGNACIÓN DE PRECIOS Y CÁLCULO DE EXTERNALIDADES
(citas de una conferencia del Dr. Ramón Folch [1], contenidas en un
artículo en Ecoticias [newsletter@ecoticias.com], Abr. 23, 2013) ENGLISH VERSION BELOW
“En mi
ejercicio profesional he detectado importantes espacios de desconocimiento
en la valoración económica de las funciones ambientales, lo que dificulta muy
seriamente las tareas de gestión ambiental. Se trata, desde luego, de un
problema socioecológico -lo que constituye mi campo usual de trabajo‑, pero
tanto o más de un problema socioeconómico”. “El ambiente es parte de
nosotros, ecológicamente hablando. Que no sepamos valorarlo adecuadamente es
intelectualmente lamentable y económicamente fatal”.
“La
cuestión, así pues, sería: ¿de qué herramientas y convenciones debemos dotarnos
cuanto antes para poder valorar económicamente las funciones ambientales,
atribuirles un precio (no necesariamente de mercado) y calcular de este modo
todas las externalidades que ahora el sistema económico no sabe considerar?” “Hablo
de valorar funciones y patrimonio”. “Es un paso decisivo en el establecimiento
de balances socioambientales”. “Ha habido, y hay, demasiados intereses en juego
como para que este esfuerzo de valoración deje de inquietar a muchos sectores
que, de otro modo, seguramente ya lo habrían impulsado”. “De momento, pues, solo
sabemos valorar el daño de algunas disfunciones, y de manera más bien
tosca. Lo que correspondería es llegar a ser capaces de patrimonializar la
función. La diferencia es enorme”.
“Hemos
demostrado ser capaces de calcular los costos marginales externos, en términos
de daño ambiental, de determinadas obras públicas. La demanda, o beneficio
marginal, cruzada con el costo marginal convencional da un precio convencional
inferior al precio resultante de cruzar esa misma curva de demanda con la del
costo marginal que internaliza los costos ambientales”. “Los ejercicios
conducentes a valorar que no proponen y pactan la manera de aplicar acaban
reducidos a meros ejercicios de estilo, por sólidos que sean sus algoritmos de
cálculo”.
Algunas
ideas para avanzar
“En
primer lugar, sería conveniente identificar un cierto número de parámetros
significativos, es decir de funciones determinantes en términos ambientales”.
“En
segundo lugar, habría que proceder a la cuantificación de estos parámetros,
por convencional y ulteriormente perfectible que sea esa medida. Lo que no es
mensurable no es comparable”.
“En
tercer lugar, sería necesario generar algoritmos que permitieran relacionar
escalarmente estos parámetros.”
“Finalmente,
habría que introducir estos conceptos en la normativa”. “Obligar a respetar el complejo
sistema de pagos y compensaciones” Ejemplo: pago por las emisiones de dióxido
de carbono, cuya tonelada se cotiza en un mercado activo a pesar de que nadie
quiere comprarlo para nada.
Cuanto
antes encontremos la manera de introducir en nuestras cuentas y en nuestros
balances todos estos conceptos, antes evitaremos males mayores. Y
no nos saldrá más caro. Al contrario, sabremos cuánto nos cuesta lo que nos
perjudica y podremos luchar contra ello, en lugar de enmascarar sus costes
deletéreos en partidas poco controlables. Que es lo que hacemos ahora cuando
asumimos costos sanitarios causados por determinadas contaminaciones
atmosféricas que podrían haberse evitado”.
[1]
Dr. Ramon Folch, director de Sostenible, presidente de ERF
y asesor científico de la Fundació Roger Torné, en las IV Jornadas Científicas
sobre Economía Medioambiental, celebrada en la Facultad de Ciencias Económicas
y Empresariales de la Universidad de Sevilla el pasado 11 de marzo y
organizadas por la Cátedra
de Economía de la Energía y el Medio Ambiente
Fuente: www.sostenible.cat - ECOticias.com
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
VALUE OF ENVIRONMENTAL FUNCTIONS, PRICE ASSIGNEMENT AND CALCULATION OF
EXTERNALITIES. (excerpts
from a presentation by Dr. Ramón Folch [1], mentioned in an article in Ecoticias
[newsletter@ecoticias.com], Apr. 23, 2013)
“In
my profesional life I have detected important knowledge gaps in the economic valuation of environmental functions, that
seriously hinder tasks of environmental management. It is, of course,a socioecologic problem –
which is part of my normal working field – as much as, or even more so, than a
socioeconomic problem. The environment
is part of ourselves, ecologically speaking. That we do not know how to
adequately value it, it is unfortunate and economically fatal”.
The question would be, then, which tools and
conventions we should adopt as soon as possible in order to adequately value
the environmental functions, assign them a price (not necessarily a market price)
and calculate all the externalities that at this time the economic system does
not know how to evaluate. We are speaking of how to value functions and
patrimony. It is a decissive step in establishing socioenvironmental balance
sheets. There have been – and there still are – too many interests at play that
upset many sectors which would have otherwise promoted these valuation efforts.
At the moment, then, we only know how to value some disfunctions
– and only roughly. What we need now is to become able to put them in terms of patrimony. The difference is enormous.
We
have demonstrated to be able to calculate the external marginal costs in terms
of environmental damage of certain public works. The demand, or marginal benefit, crossed
by the conventional marginal cost gives a convencional price that is lower than
the price that results from crossing the same demand curve with the one that
internalizes the marginal environmental costs. Valuation excercises that do not
propose and agree the way they are to be applied, end up being just style
excercises, no matter how solid their calculation algorithms are.
Some ideas to move forward:
In the first place, it would be
convenient to identify certain number of
significant parameters - that is, functions that are determinant in
environmental terms.
Secondly, quantification of these
parameters should be established, no matter how conventional and subsequently perfectible
that measure may be. Whatever is not measurable is not comparable.
In the third place it would be necessary
to generate algorithms that allow to scalarly
relate these parameters.
Finally, these concepts should be introduced in the normatives forcing to
respect the complex payment and compensation system. As, for example, payment
of carbon gas emissions whose ton is quoted even if nobody wants to buy it.
The sooner we find a way to introduce all
these concepts in our calculations and balances, the sooner we will avoid
greater problems. And it will not be more expensive. On the contrary,
we will know how much cost what hurts us and we will be able to fight against
it instead of hiding deleterious costs in less controlable entries. Which is
what we do now when we asume sanitary costs caused by some atmospheric contaminations
that could have been avoided.
[1] Dr. Ramon Folch, director of Sostenible, ERF president and
scientific advisor of Fundació Roger Torné, prtesentation in the IV Scientific Conference
on Environmental Economy, School of Economic and Entrepreneurial Sciences,
University of Seville (Spain), March 11, 2013, organized by
Chair
of Energy and Environment Economy (Cátedra
de Economía de la Energía y el Medio Ambiente)
Full article (in
Spanish): file:///C:/Documents%20and%20Settings/Administrador/Mis%20documentos/Dropbox/Blog/Valor%20de%20las%20funciones%20ambientales,%20atribuci%C3%B3n%20de%20precios%20y%20c%C3%A1lculo%20de%20externalidades.htm
Source: www.sostenible.cat - ECOticias.com
Comentarios
Publicar un comentario