ECOLOGÍA Y MEDIOS - Editorial
ECOLOGÍA
Y MEDIOS, Editorial ENGLISH VERSION BELOW
www.allorganics21.blogspot.com por Jorge Casale, Editor
En el
número de Setiembre 17, 2013 de la versión en Francés del newsletter Organic-Market.Info
Online Magazine [newsletter@organic-market.info], apareció un artículo por
Gabriel Lombard titulado Ecologie et
Médias en el cual se menciona el despido de un acreditado periodista
Francés por el conocido diario Le Monde por
“Militancia” ecológica, es decir, por
defender con convicción flagrantes actos en contra de la ecología que podrían
considerarse contrarias al bienestar y seguridad pública presente y futura.
Es
cierto que juzgar esos actos favorables a la ecología como contrarios a la posición
“políticamente correcta” del diario depende de la posición más radical o menos
radical que cada uno adopte frente al hecho dado. La ecología es aplaudida por
todos pero tiene un precio que no todo el mundo está dispuesto a pagar. Entra
en juego el bienestar futuro esperado, pero choca con la medida de lo que otro está
dispuesto a sacrificar del presente actual en aras de un futuro incierto.
Estamos en un mundo en el que el eje que va del mal inaceptable al bien
inesperable tiene infinitos grados intermedios, y cada uno tenemos nuestra
propia posición supuestamente inalienable. Y para colmo, la decisión de
ubicarnos en un punto intermedio de ese eje depende no solo de cada individuo,
sino de cada situación particular en la que se encuentra ese individuo. Podemos
despotricar contra el daño geológico provocado por las perforaciones de
‘fracking’ pero que no me falte la gasolina para movilizarme cuando voy de
prisa. O el gas para la calefacción en un invierno de -12ºC. O la iluminación
en el quirófano cuando me están operando. O la energía en mi computadora cuando
estoy escribiendo estas líneas.
odos
nos hemos ido acostumbrando a cosas que derivan del progreso y del avance
tecnológico, todas cosas muy costosas en términos ecológicos. Las personas
tienen un umbral de necesidades y expectativas diferentes unas de otras. En
ciertas ocasiones aplaudiremos un hecho de “militancia” a favor de la ecología
cuando leemos el diario, mientras que en otras ocasiones consideraremos ese término como epíteto, si entiendo que el
hecho cercena alguno de mis derechos individuales. Y los medios – así como hoy las redes
sociales - son el lugar ideal para discrepar acerca del punto en que en ese
momento y bajo esas circunstancias exactas ese individuo decide ubicarse en el
curso del devenir humano. El problema es conciliar las infinitas posiciones que
la humanidad elija ocupar en ese momento. Y si no se pueden conciliar, por lo
menos convendría que tratemos de ser comprensivos y considerados aceptando la existencia
de la diversidad humana.
Artículo
citado (en Fracés): http://www.bio-marche.info/web/Nouvelles_en_bref/France/Ecologie_et_m+eacute;dias/356/293/0/15332.htm
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ECOLOGY AND MEDIA, editorial
www.allorganics21.blogspot.com by Jorge Casale, Editor
Image: www.up.edu.mx
In
the September 17, 2013 issue of the French version of Organic-Market.Info
Online Magazine [newsletter@organic-market.info], an article by Gabriel Lombard
titled Ecologie et Médias was published, critizising the firing of an
accredited French newspaperman by the known newspaper Le Monde because of his “ecological
activism”, that is, his defense with
strong conviction flagrant acts against the ecology that could be considered
against the public welbeing and security, both present and future.
It is true that to consider such activism
favorable to the ecology as contrary to the “politically correct” positions of
the newspaper depends on the more or less radical position that one can adopt
facing a given action. Ecology is applauded by everybody, but it has a price that
not everybody is willing to pay. It involves the expected future welbeing, but it
clashes with what others are willing to sacrifice of the actual present for the
benefit of an uncertain future. We are in a World in which the axis that goes
from the unaceptable evil to the improbable good has infinite intermediate degrees,
and each of us has his own supposedly inalienable position. To make things worse, the decission to place
ourselves in an intermédiate point in such axis depends not only of each
individual, but on the particular situation in which that individual finds
himself at that precise moment. I may critizise the geologic damage of ‘fracking’
but I would not accept not finding gasoline at the pump when I need to mobilize
in a hurry. Or gas for heating in a -40ºF Winter. Or lightning in the surgery
room when I must be operated. Or power in my computer while I’m writing this
article.
We all have become accustomed to things
derived from progress and technological advance, all very costly in terms of
ecology. People have different thresholds of needs and expectations that differ
from those of others. In cerain
occasions we will applaud an act of “ecological activism” while reading the newspaper, while others may consider
the term an epiteth, feeling that some of his individual rights are being curtailed.
And the media – as well as the social networks – are the ideal place to
disagree about the precise point in which in that particular time and under the
exact circumstances such individual decides to place himself in the specific moment
of the human becoming. The problem is to concíliate the infinite positions that
humanity chooses to be in that moment. And if conciliation is not possible, at
least let’s be understanding and considerate accepting the existence of human
diversity.
Cited article (in French): http://www.bio-marche.info/web/Nouvelles_en_bref/France/Ecologie_et_m+eacute;dias/356/293/0/15332.htm
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